jueves, 11 de mayo de 2017

Descartes y la ciencia moderna

La obra de Descartes “El Discurso del método” causó especial revuelo, precisamente dado el contexto en el cual fue escrito. Fue publicado en 1637, una época aún marcada por los resabios de la escolástica medieval. El principal elemento que aportó dicha obra fue el uso de la razón como una forma de obtener conocimientos.

Según Descartes la razón es: “la facultad de juzgar bien y distinguir lo verdadero de lo falso”. Así la fe deja de ser prioritaria, aunque el filósofo mantiene una fuerte convicción católica, el uso de la razón ha abierto para esta época la posibilidad para nuevos descubrimientos. La Fleche fue la escuela jesuita donde este filósofo y matemática francés realizó sus estudios. La lectura de los clásicos como Aristóteles le permitió una alta formación intelectual. Sin embargo sería él mismo quien criticó dicha preparación por poco científica. Es por ello que dedicó gran parte de su obra a desarrollar un método para alcanzar el conocimiento por medio de la razón.

La formalización del razonamiento es un claro ejemplo de la influencia aristotélica. Los escolásticos le inculcaron la retórica, sin embargo manifiesta que se debe razonar y ordenar el pensamiento para persuadir por medio del discurso. Esto aunque la persona no tenga la suficiente formación en retórica. Este es un avance importante que contradice la formación de la Fleche.

Entonces el conocimiento se obtiene por medio de la razón. La filosofía desarrollada por un solo individuo es mejor, además cree que si los seres humanos fuesen guiados desde su nacimiento por su razón sería mejor, pues tendrían juicios más sólidos y no estuvieran gobernados por otros.Este aporte es de suma importancia si se contextualiza la formación académica actual. Los programas modernos para educación media eliminan la filosofía como materia de estudio. Se prioriza la formación práctica, la obtención de resultados, la reflexión sobre temas profundos y complejos queda aislada. Lo mismo se intenta con las demás humanidades como: la literatura, la historia, la economía, el arte, etc.

Tradicionalmente conocidas como materias que priorizan la memorización de datos antes que la reflexión crítica, las humanidades se han visto muy devaluadas en parte debido a los mismos encargados de impartirlas. Quienes mantienen esta formación como un conocimiento anquilosado e inútil. La filosofía ha sido la más perjudicada pues su subsistencia en el programa escolar pende de un hilo.

Entonces aunque se de valor al razonamiento formal, este se desliga de los problemas filosóficos, tales como: la existencia, el conocimiento, la moral, Dios, etc. Prosiguiendo con la obra de Descartes, existe una crítica hacia dos clases de espíritus que llega a clasificar de esta manera:

Primero están los que: “creyéndose más hábiles de lo que son no pueden contener la precipitación de sus juicios ni tener bastante paciencia para conducir ordenadamente  todos sus pensamientos. Si una vez hubiesen dudado de los principios que han recibido permanecerían extraviados toda su vida”. Este plano creo pertenece a casi todos los que hemos recibido una educación en un sistema estandarizado. El experto en educación Ken Robinson es un crítico de ese modelo fundado desde la revolución industrial. El cual ha permitido la educación de las masas, pero donde existe un orden de prioridades, donde las matemáticas y las ciencias deben ser superiores a las humanidades, y estás a su vez deben ser prioritarias a las artes. Robinson critica la poca valoración que se da a la creatividad, y la excesiva priorización de resultados.

En este sistema las notas deben reflejar la brillantez o ineptitud de un alumno. Muchas veces se da poco valor a quienes poseen talentos diferentes a los exclusivamente académicos. Por ejemplo, se valora a quien posee altas notas en matemáticas, pero puede pasar desapercibido quien posea un especial talento para la pintura, el dibujo o la poesía. En este modelo educativo el docente es el centro de la formación. Los alumnos no piensan por sí mismos, sino que deben plegarse a órdenes, formas de pensar establecidas, modelos religiosos o patrones culturales. No hay espacio para la duda, el cuestionamiento o la crítica. Se cree que los niños son más fáciles de moldear y por ello se cree que deben seguir órdenes sin preguntar o cuestionar por qué.

Los que mejor se apegan a ese sistema en general serán los alumnos brillantes, mientras quienes no se adapten en general serán considerados problemáticos o incapaces. La duda para Descartes permite el conocimiento pues él mismo se cuestionó la formación recibida en la Fleche, no importando que fuese una de las mejores escuelas jesuitas de Francia en aquella época.

El segundo tipo de espíritu son los que: “poseyendo bastante razón o modestia para distinguir lo verdadero de lo falso deben contentarse con seguir las opiniones de sus maestros antes que buscar por sí mismos otras mejores”. En este caso creo que muchos pudimos en algún momento estar influidos por los maestros de muchas maneras. Puesto que aquellos buenos formadores pueden llegar a despertar admiración o interés.

Sin embargo Descartes fomenta un cuestionamiento y una duda que son la fuente del verdadero conocimiento. Para ello, los seres humanos deberían utilizar su razón para buscar sus propias opiniones o ideas, en vez de absorber mecánicamente todo lo obtenido. El problema es que el sistema educativo que tenemos actualmente prioriza la repetición y el seguimiento de instrucciones.

Trata de formar seres humanos como si fuese un proceso de embasar algún producto. El mercado dicta los requerimientos y la escuela debe formarlos. En este contexto llegan a existir carreras profesionales mejores que otras, o ciencias mejores que otras. El uso de la razón y el pensar por sí mismo va mucho más allá de la simple opinión, tener ideas propias requiere de especial esfuerzo y una profundidad de análisis que requiere años.

Vivimos en un contexto donde la abundancia de información puede ser una fuente inagotable de conocimiento, pero al mismo tiempo puede eliminar la capacidad de pensar por sí mismo y llevar a la persona a una especie de automatización. En cuanto a la lógica manifiesta cuatro principios fundamentales que pueden ser considerados base para su teoría del conocimiento:
-      
       El primero consiste en “no admitir como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era, no comprender en los juicios nada más que lo que se presentase al espíritu en forma clara, que no haya motivo para ponerlo en duda”. Este principio obliga a demostrar la veracidad de las cosas para aceptarlas como nueva forma de conocimiento.

De esta manera sólo aquello que puede demostrarse será digno de ser llamado conocimiento. Algo que imprime rigurosidad lógica, pero solamente sobre los temas demostrables. En este caso serán prioritarias las ciencias, en especial la matemática, pues posee esa ventaja sobre las demás.

-          El segundo expresa que “hay que dividir cada una de las dificultades a examinar en tantas partes como fuese posible y cuantas requiriese su mejor solución”. Es otro principio bastante común en la epistemología, en el proceso de investigación dividir el problema, permite comprenderlo mejor y encontrar soluciones.

También es común la problematización, la cual consiste en hacer preguntas al problema como parte del proceso epistemológico. De esta forma es posible su delimitación y el diseño de una ruta efectiva para la obtención de nuevos datos a partir del proceso de análisis.

-      El tercero consiste en: “conducir ordenadamente los pensamientos comenzando por lo más simple y fácil de conocer para ir ascendiendo a lo más complejo”. Este principio es comúnmente aceptado en los sistemas educativos, en especial porque se varía la dosificación de conocimiento impartido. El problema es que Descartes se refiere a un proceso de conocimiento a partir del pensar por sí mismo. En este sentido, el proceso de investigación parte de lo conocido previamente, y de allí poder adentrarse mediante abstracción en la comprensión de lo más complejo y desconocido.

-      El cuarto consiste en: “hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que estuviera seguro de no omitir nada”. En este sentido busca ordenar los conocimientos de forma sistemática para evitar
      que eviten el pasar desapercibido cualquier detalle.

De todas las ciencias son las matemáticas las privilegiadas por ser capaces de demostrar los nuevos conocimientos. Pero los principios anteriores han sido de gran ayuda en las ciencias sociales en aquella época aún inexistentes como disciplinas académicas. Sin embargo las ciencias sociales han aprovechado gran parte de estos principios para forjarse como conocimientos rigurosos y útiles.

En todas las aportaciones de Descartes destaca la gran influencia de Aristóteles como uno de los primeros científicos de la antigüedad. La formalidad del razonamiento, la metodología para conocer, el análisis, etc. Todos estos elementos aristotélicos dejan de ser ahora exclusivos de los temas religiosos escolásticos y son aplicados a las ciencias exactas.

Las ciencias sociales mantienen una relación más estrecha con la filosofía al carecer de instrumentos exactos. Dependen de la abstracción, la dialéctica en algunos casos, y por su puesto la lógica. El debate epistemológico está más presente, los principios de Descartes siguen siendo base para los nuevos conocimientos también en estas ciencias, debido a la necesidad de dudar, de ordenar metodológicamente los conocimientos, etc.

La formación escolástica antes criticada era un obstáculo para el conocimiento de nuevas verdades. Por ejemplo, critica: “tampoco he notado nunca que las disputas que suelen practicarse en las escuelas sirvan para descubrir una verdad antes ignorada, pues esforzándose cada cual por vencer a su adversario antes se ocupan en hacer valer la verosimilitud de lo que afirman que en pesar las razones que cada cual alega”.

En este sentido la congruencia es más importante que los argumentos científicos. Esto forma parte de la esencia intelectual de Descartes. De esta manera la ciencia vuelve nuevamente a ser protagonista principal, a requerir la rigurosidad y la solidez de argumentos pero que mediante elementos metodológicos sean los correctos. Las discusiones metafísicas quedan relegadas por la ciencia.

Sin embargo cuando revisamos la formación académica actual, cada vez se da menos valor a dicha formación intelectual. La estandarización educativa en las escuelas tiende muchas veces a disminuir el nivel de aprendizaje, privilegiando la acumulación de conocimientos, dejando a un lado uno de los grandes aportes de Descartes mediante su duda: el pensar por sí mismo.






miércoles, 3 de mayo de 2017

Vigencia de la filosofía

Cuando inicié mis estudios universitarios, la filosofía era uno de los cursos nuevos de la carrera. Nunca antes había estudiado algo como esto en el bachillerato. Sin embargo había tenido algo de experiencia estudiando lógica matemática, aunque la forma de abordar esta materia en la universidad era muy diferente. Siempre supe que sería una de las asignaturas complementarias más importantes en la carrera de historiador.

La asignatura tiene varias virtudes que la hacen relevante. El primero de ellos, es su carácter abstracto. Al carecer la historia de herramientas matemáticas o exactas para verificar sus descubrimientos, viene a ser la abstracción uno de los requisitos primordiales para aprender el oficio del historiador. Esto aplica a las demás ciencias sociales, puesto que tienen las mismas características.

El pensamiento abstracto consiste en comprender más allá de lo aparente. En ciencias sociales significa, entender una dinámica a partir de algunos datos muchas veces no tan claros. Para ello se necesita estudiar un sistema de categorías que permitan ese acercamiento. Sin embargo a la par de esto viene la capacidad de cuestionar las cosas, pues en ciencias sociales no hay nada absoluto.

Y es esta otra de las características de la filosofía. El plantearse preguntas, la reflexión y el dudar sobre lo supuestamente absoluto, convierten esta disciplina en crucial para la formación de profesionales. En un mundo donde los medios de comunicación y la propaganda pretenden validar sus afirmaciones recurriendo a mecanismos persuasivos cada vez más sutiles y a veces hasta ridículos, es necesaria la duda.

Pero la duda y las preguntas guían al profesional por la necesidad de conocer, y este terreno puede llevar a la discusión epistemológica. La comprensión del proceso de producir conocimiento puede evitar la enunciación de argumentos dogmáticos o falaces. Sin embargo también requiere de un riguroso proceso de análisis, donde puede emplearse la lógica como otro de los recursos de la filosofía.

La filosofía en los últimos años ha venido perdiendo relevancia, pues el mercado parece demandar profesionales con habilidades más prácticas y específicas. Por ejemplo, los bachilleratos donde se imparte la filosofía son cada vez menos, además no siempre sus docentes están preparados para afrontar la materia y terminan impartiendo conocimientos poco útiles, focalizándose principalmente en la memorización de datos irrelevantes.

Retomando la problemática del profesional de las ciencias sociales, la filosofía me ha permitido desarrollar capacidades de abstracción y cuestionamiento que han sido vitales en mi profesión. Lleva la duda a ser un punto de partida para la generación de conocimiento, y sobre todo desarrollo la capacidad intelectual necesaria para estas profesiones que dependen de la capacidad abstracta y argumentativa.

Sin embargo no siempre el nivel académico es el adecuado para brindar las herramientas necesarias para la formación profesional. El verdadero abordaje de la filosofía requiere de la lectura directa de los clásicos, tales como: Aristóteles, Descartes, Kant, Hegel, Marx o Nietzche, solo de esta manera se podrían desarrollar las destrezas de abstracción y análisis que la filosofía demanda.

Muchas veces la formación universitaria en filosofía se reduce a la siempre comprensión de generalidades que poco aportan a la formación de pensamiento abstracto. En el bachillerato también se hubiesen podido aprovechar estos espacios para formar en el pensamiento a los jóvenes, pero la preparación rondaba en lo mismo, la memorización de un manual que poco aportaba al desarrollo del pensamiento crítico, abstracto y lógico.

Es por esto que la filosofía sigue siendo vigente en la formación intelectual de los profesionales. Desafortunadamente la oportunidad de preparar a la juventud en este tipo de razonamiento se ha ido perdiendo pues las horas dedicadas al cultivo de esta materia se han ido reduciendo y quizás en algunos años desaparecerán por completo.




martes, 21 de marzo de 2017

El gran aporte de Aristóteles a la lógica

La lógica desarrollada por Aristóteles cambió radicalmente la estructura del pensamiento occidental. Los filósofos encuentran particular interés por desarrollarla, pero a decir verdad, debe ser empleada por cualquier tipo de académico. El cultivo del pensamiento necesariamente tiene en la lógica uno de sus mayores retos. Principalmente porque permite el razonamiento sistemático y evita caer en lo falaz o razonamiento inválido.

Este filósofo griego sistematizó toda una serie de elementos partiendo de los conceptos. El concepto viene a ser una síntesis de la realidad abstraída, y expresada gracias al lenguaje articulado. La realidad ha sido organizada en conceptos, los cuales permiten la transmisión de conocimientos de generación en generación.
Definida como la ciencia del razonamiento, constituye un instrumento fundamental en el qué hacer intelectual. Ocuparse precisamente de la estructura formal del pensar conlleva a potenciar la abstracción y el análisis de los elementos esenciales. Fue principal interés de Aristóteles desarrollar un método para evitar el razonamiento inválido, el pensar por sí mismo llevando en análisis más allá de la opinión partiendo de la estructura propia del lenguaje.

El elemento fundamental a estudiar es el concepto, entendido como una abstracción de la realidad sintetizada en un término. Este según Aristóteles puede llegar a clasificarse de diez formas distintas, pero las iré comentando de a poco.

Por ejemplo, hablar de la sustancia es mencionar que viene a ser el elemento esencial de la realidad. Puedo decir que su abstracción llevó a la posibilidad de comunicación, de estructurar toda la realidad cognoscible en una serie de categorías que aunque incompletas o imperfectas, han hecho posible a los seres humanos comprender de mejor manera el entorno que les rodea, y por qué no, a ellos mismos.

La lógica conlleva la obligación de estructurar las ideas de forma metódica y rigurosa que evite caer en lo falaz. Potenciar esta abstracción cobra especial relevancia debido a la necesidad del pensar por sí mismo, de tener libertad e independencia. La necesidad de defender las ideas con una calidad argumentativa o los postulados teóricos es parte de la formación intelectual que todos deberíamos aspirar a tener.

Carecer de ello limita la capacidad intelectual del individuo, obstaculizando su independencia de pensamiento o relegando sus ideas a ser argumentaciones inválidas o falaces, y en consecuencia a ser poco relevantes. Siguiendo con el tema de sustancia, los conceptos que emanan de ella, permites abstraer los elementos esenciales que emanan de ella.

Así hombre o caballo pueden sintetizar los subsecuentes elementos contenidos en esos términos. Luego se encuentran los referidos a la cantidad, los cuales llevan a una cuantificación de las cosas. Los de cualidad son necesarios para caracterizar los elementos esenciales de la realidad. La relación permite una cuantificación pero comparativa a otro concepto que esté vinculado. El lugar establece un espacio físico que permita ubicar los elementos expresados por el lenguaje.

Además, la situación lleva a caracterizar una forma de estar circunstancial, que permite una mejor comprensión del concepto. El estado conlleva el verbo estar y refiere un elemento contenido que tipifica al concepto de manera distinta. La acción vista como un proceder de una forma específica y la pasión, otra vez asociada al verbo ser que califica dicha acción.

Deseo hacer especial acotación al concepto que se asocia con sustancia, puesto que pretende sintetizar mediante abstracción toda la realidad, o al menos eso intenta. Esta afirmación que acabo de hacer no debe verse de manera contundente, pues no pretende serlo, en tanto que la capacidad de conocer es limitada, entendemos que nuestro lenguaje lo es.

A partir de ello la clasificación de la realidad a manera de conceptos universales será siempre limitada. Pero no por ello ha de ser excluida de este análisis. El estudio de la sustancia, la esencia, etc ha permitido diseñar estructuras lógicas del pensar, y ha abierto la mente a la posibilidad de conocer. El conocer la esencia se ha materializado en conceptos, mientras la sustancia nos adentra en un terreno metafísico.

La sustancia estudia de qué está hecho el ser. Mientras la esencia ve por lo que es el ser antes del espacio tiempo. Para efectos más prácticos el análisis de la esencia presenta variantes más aplicables a los objetos de estudio del científico social por ejemplo, en tanto que la realidad social se abstrae en forma de diferentes conceptos y categorías que representan estructuras, modelos o sistemas sociales.

La cuantificación de las cosas permite un mayor nivel de abstracción mediante su síntesis en forma de números. Así descomponer la realidad aritméticamente permite una forma de conocimiento más exacta. La cualidad lleva a una tipificación de la realidad, siendo así posible una distinción en el cómo son las cosas y no en cuántas son. El lugar lleva a la ubicación del concepto dentro de la realidad, permitiendo su delimitación espacial.

El tiempo en cambio ha de referirse a su delimitación temporal. La posición tipifica al concepto en relación a una posición particular, como: estar parado, estar sentado. La posesión requiere tener algo, como estar armado. La acción tiene que ver con algo llevado a cabo como cortar o quemar. Y la pasión, asocia esa acción con el verbo ser, como es quemado o es cortado.

Quiero hacer especial acotación al concepto de cantidad, especialmente por el carácter de lo continuo. Por ejemplo, una línea puede descomponerse en una serie de puntos, o el agua se descompone como la fusión de moléculas, el paso a su vez puede descomponerse en partículas de vidrio o plástico y el ser humano en una serie de átomos. En cuanto a la diferencia, Porfirio dice: “es la alteración de cualquiera con relación a ella misma o a una cosa distinta”.

Esto permite la distinción de las cosas unas de otras y facilita su comprensión y conocimiento. Así será posible la clasificación del concepto y la síntesis de la realidad en forma sistemática. Puesto que una cosa alterada no podrá jamás volver a ser la misma, esta relación dialéctica muestra la realidad como un ente cambiante. Y también facilita la estructuración de esta realidad en juicios y luego argumentaciones.

En tanto que el juicio abstrae la esencia de la oración dándole un sentido lógico y práctico. Más allá del orden de los términos contará el sentido que estos tienen mediante el lenguaje. Así la lógica permite sistematizar el conocimiento de una forma estructurada, rigurosa y coherente dando sentido a la argumentación. Descomponer la realidad en categorías para construir enunciados lógicos.

Entonces la abstracción trata de descomponer la realidad separándola en partes, identificando elementos relacionados, los cuales pueden ser comprendidos mediante esfuerzo intelectual. El desarrollo de la lógica ha permitido conocer esa realidad en forma abstracta, descomponiéndola precisamente en categorías. Así para el matemático o físico la realidad puede entenderse a partir de fórmulas o ecuaciones abstractas, el científico social las verá de forma conceptual o categorial.

Los científicos sociales así podrán identificar aquellos elementos esenciales impresos en el lenguaje adaptándolos a un sistema de categorías que llevarán a la construcción teórica de un objeto de estudio específico. Además se encuentra la argumentación, que permite la defensa de un postulado teórico, el cual debe ser demostrado mediante datos concretos, sean estos construidos metodológicamente o abstraídos de fuentes escritas como es el caso de los historiadores.

En ambos casos debe priorizarse el argumento riguroso que de solvencia a la fuente, sea consultada o construida mediante instrumentos teórico – metodológicos pre establecidos. La relación lógica de proposiciones reducidas a simples letras del abecedario permite establecer la estructura teórica a un nivel más abstracto. Pero el científico social verá utilidad en el contenido del postulado.

Por esta razón los elementos  o ideas planteadas son relevantes. Como se mencionó anteriormente debe forzarse al intelecto humano para abstraer en forma sintética lo esencial de las ideas. No interesa aquí la belleza del lenguaje o necesariamente riqueza de vocabulario. En sí debe priorizarse el sentido lógico que ejemplifique la esencia del contenido.

La llamada demostración consiste en la construcción de un argumento riguroso y convincente que fundamente las ideas construidas. Entonces la lógica viene a ser más que un simple instrumento mecanicista que llene la mente humana de términos nuevos. Es pues un elemento de carácter formativo, que desarrolle el pensar humano de una manera sistemática.

Además presenta especial dificultad pues el argumento es construido a base de la propia capacidad de abstracción y posteriormente enunciación argumentativa. Por ello la ciencia tiene especial interés en la lógica, y las humanidades dependen de ella para fortalecer sus argumentos a falta de las pruebas experimentales.
El carácter subjetivo de la ciencia social la coloca en una particular vulnerabilidad al momento de demostrar sus hallazgos. Por ello depende especialmente de la lógica, en tanto que esta, sistematiza el pensamiento, dándole un carácter formal, que va más allá del contenido de los enunciados.

El pensar por sí mismo no elimina la dependencia hacia conceptos o ideas construidas anteriormente. Es más, es difícil establecer en la actualidad que tan capaces somos realmente de emitir argumentos propios que vayan más allá de la simple opinión. Sin embargo también es en esas experiencias anteriores donde nuestro intelecto puede adquirir especial desarrollo.

La estructura formal alcanzada por Aristóteles hace la demostración mediante la deducción, forma de razonamiento generalmente utilizada. Sin embargo la aplicación de la lógica a la ciencia social puede demostrar argumentos por contenido mediante la deducción o la inducción.
Por ejemplo, Aristóteles decía que: “cuanto más se particularizan las cosas tanto más caen en el infinito, y cuanto más universales son tanto más se aproximan a lo simple y al límite. Las cosas se las puede saber mejor cuando son universales, son más demostrables y aumentan el número de relativos”.

De la primera idea infiero que la particularización de la realidad en conceptos, aumenta precisamente el número de estos. En cambio las cosas universales son más fáciles de conocer, tienen más relativos en tanto difieren unos de otros. La filosofía ha estructurado los conceptos más universales, tratando de entender los pormenores de la realidad.

En otro apartado señala que: “una ciencia es más exacta y más elevada que otra, cuando sabe a la vez la existencia de la cosa y la causa de la cosa; es decir, la ciencia que demuestra que la cosa existe no está separada de la que conoce por qué existe”.
Esto obliga a la ciencia a un proceso de abstracción mayor, no debe contentarse con explicar sus fenómenos de estudio, sino sus causas, del por qué. Y abstrayendo un poco más, reflexiona sobre su propio carácter teórico. Aunque esto se liga de mejor manera con la epistemología.

La lógica sirve también para evaluar el sentido o validez de las proposiciones. Partiendo de una esencia conceptual, profundiza en su carácter significante. Si bien la lógica formal prioriza la estructura, su aplicación práctica exige que las ideas cobren sentido. Así un silogismo puede ser correcto en estructura y falso en contenido. Por ello se dice que la forma está por encima de la idea que pretende expresarse.

Esto ocurre en un sentido teórico – abstracto sin embargo cuando se lleva a una dimensión práctico – concreta o real, entonces el sentido es lo esencial. Así, la preparación en lógica para los académicos o científicos adquiere un carácter formativo, precisamente porque da sentido a los enunciados y evita el razonamiento inválido o falaz.

La ciencia también presume de contar con argumentos rigurosos y válidos, sin embargo estos deben necesariamente ser demostrables. El modo correcto del pensar parte de un diseño objetivo y sistemático del lenguaje. La carencia de argumentos válidos denota una carencia de preparación académica. Ciertamente habrá quienes con poca formación tendrán una buena habilidad discursiva, pero el resto necesitaremos de un estudio de los rudimentos aunque sea elementales de la lógica.

Dice Aristóteles que “el silogismo se forma con proposiciones necesarias, pues así la conclusión es necesaria”. Esta es la manera para poder demostrar el silogismo. Cabe también rebatir o partir de esta afirmación: ¿cómo ser capaces de elaborar argumentos que sean más fuertes que la simple opinión?. Algo que actualmente denominamos con el nombre de tesis.

La lógica a partir del principio del silogismo obliga al pensar a adquirir un método riguroso y estructurado. En cambio, la opinión puede basarse en elementos superficiales y hasta banales, en cambio el argumento prioriza la esencia, la rigurosidad del pensamiento y sobre todo la validez del razonamiento. Es un esfuerzo por demostrar con argumentos las ideas planteadas.

Es por ello que la ciencia social, ante la falta de objetividad en muchos de sus planteamientos, debe recurrir a la lógica. La defensa de un argumento sobre proposiciones falsas resultará inútil, puesto que al final se cae en un sin sentido. Aristóteles planteaba también la diferencia entre lo esencia y lo accidental, lo cual discutiré a continuación.

La diferencia consiste en la forma de apreciar las cosas, mientras la esencia se preocupa por el qué es, el accidente ve el cómo es. En otras palabras, la esencia ve el sustantivo y el accidente ve el adjetivo. En una aplicación más práctica volvemos a la relevancia que adquiere la lógica como ciencia de los elementos esenciales. Para ello cobra especial importancia la definición.

La definición es una operación lógica que consiste en explicar las características esenciales de un concepto. Así una buena definición llevará a lo esencial y no a elementos superficiales. El otro elemento que puede abstraerse que tiene conexión con todos los elementos mencionados anteriormente es el uso del lenguaje. En tanto que representa un medio de transmisión de conocimiento, el lenguaje ha sido para abstraer la realidad y transmitir nuevas ideas.

La articulación final de los elementos de la lógica, es la enunciación de argumentos válidos. El lenguaje puede ser: informativo cuando transmite información, expresivo cuando afecta o deleita la afectividad, el directivo da órdenes, y el lenguaje mixto combina diversas funciones. En este caso particular me interesa el lenguaje informativo.

La ciencia social busca la abstracción de la realidad social, clasificándola en categorías que sean demostrables, en el caso de la historia, mediante el estudio de las fuentes escritas. Así sería posible, generalizar una dinámica social para su posterior análisis o discusión. La filosofía en tanto, es un saber abstracto y general. Estudia generalidades más abstractas y complejas, siendo la lógica una de ellas. En tanto se fundamenta en una estructura de ideas formal, y rigurosa.

La ciencia social busca el diseño de categorías teóricas que sean demostrables en realidades particulares, aunque es difícil que sean universales. El rigor de la investigación obliga a demostrar esas generalizaciones mediante el estudio de casos particulares, de otra forma no podría tomarse en cuenta como categoría teórica.

El análisis lógico postula argumentos que son elaborados a partir de un lenguaje articulado. Da a conocer descubrimientos producto de la abstracción, nuevas interpretaciones es el objetivo de la ciencia social. Entonces más allá de esa función informativo no encontraremos otra que le sea aplicable según los principios de los manuales de la lógica elemental.

La ciencia social depende mucho más de ese lenguaje articulado dado el menor grado de abstracción que aparentan sus planteamientos. No digo con esto que la ciencia social carezca de validez científica o de calidad. Es solo que no es posible demostrar con una exactitud contundente sus enunciados.
Por último quiero tratar un tema que no aborda Aristóteles en su tratado, pero al final tendría relevancia para él. 

Y se trata de responder a la pregunta ¿por qué el aprendizaje de la lógica forma parte de una buena educación? La respuesta es en este caso simple, la lógica permite al individuo pensar por sí mismo de manera rigurosa y eficaz. Una educación que no contenga parte estos atributos, no puede considerarse como buena.

Aristóteles sentó las bases de la lógica en el Organón. Su influencia sigue atrayendo a sus admiradores o seguidores. Precisamente la lógica como herramienta para el bien dirigir del pensar ha evolucionado. Pero la base aristotélica sigue siendo objeto relevante de estudio. La educación que los griegos brindaban, en el caso de Aristóteles, Platón o Pitágoras, permitía generar la mayor independencia de pensamiento. Así, el individuo llega a conclusiones a partir de su propio razonamiento , y no se aprende a partir de un proceso mecánico de memorización y repetición, el cual fomenta la mala educación.

La mala educación mecaniza al ser humano, le priva de su libertad, de formar su propio criterio, de tomar decisiones respecto a los temas más trascendentales. Este tipo de formación no pasa de la acumulación de información. Es por ello que educar al individuo para que cultive la lógica, desarrolla el criterio y capacidad argumentativa.

Así el individuo que logra pensar por sí mismo, demostrará una buena educación. Desde los antiguos griegos se defendió este principio. Sin embargo la generalización de centros de enseñanza de mala calidad, ha reducido el potencial intelectual de la juventud, unido a la mercantilización de la educación moderna.
El exceso de información actual, trae como consecuencia individuos con poco criterio y altamente moldeables. 

La carencia en la formación de lógica conlleva a formar individuos con argumentos blandos o poco construidos. Denotan una educación de baja calidad. Un alumno sin pensamiento lógico se caracteriza por el bajo grado de abstracción, inaccesibilidad a ideas complejas, incapacidad para expresar sus ideas correctamente.





lunes, 23 de enero de 2017

Why learning a new language is so important?

I decided to write this article because in the world we live today, learning new skills is very important. When I got in secondary education English level increased a lot, specially comparing with elementary. It was difficult to understand so many words in another language. I had to adapt myself into school, but in some way it helped me to be a bilingual person.

I know that English is a universal language, and it’s necessary to live in our world. But isn’t just about getting more job opportunities, it is a complex process of learning more knowledge, new skills, etc. When you learn another language you are going to be able to understand things easily. There are other languages like: German, French, Italian, Spanish, and also ancient ones like Greek and Latin.

In my personal experience, learning a new language like English, helped me to research another documents and books very important for my career as a historian. A lot of history documents had been made in English. I also think is necessary to develop verbal skills. When you understand another language is very easy express ideas in a better way, because you dominate another kinds of expressions.

Understanding process isn´t easy, reading complex books or documents requires very good knowledge of grammar structures, vocabulary and logic. Is unbelievable how common people think a new language is just about memory. That’s not true. A good example of that is the reading. If you can speak a language, and you know how to read, that doesn’t mean that you are going to understand complex information.

Because there are a lot of complex concepts that requires time to understand. Now I want to get deep into the verbal skills. All languages require understanding of logic processes. If have the knowledge of many words, that doesn’t mean that you’re going to understand everything. There are other complex situations; you need to know how to use the words in certain occasions.

A lot of people decide to learn another language beside English. New different words force your mind to get more knowledge and have culture. In some careers like history or literature, it’s important to understand these idioms because a lot of ancient literature was written whit that words.

One interesting last thing is the status some people presumed in the past dominating languages. Since the ancient times, a new language is a way to show intellectual supremacy. High class society invest money to lean different languages plus English. That is because understand how important is to show culture, or a knowledge that is reserved just for them.

In my country learning English is a great business, for example some private schools demand high amounts of money to teach the language in a better way. In some others they teach German too, maybe they won’t use that information in practical life, but is a status privilege for a few students.

Most of the parents like to presume that their kids are learning a lot of things they don’t even understand. That’s why the schools ask too much money for that knowledge. The bad thing sometimes is when the results are not good enough, or maybe standards aren´t correct. Not all schools provide quality education in 
English although they ask too much money for the preparation.


The last idea I wanted to share is a little comment about how the Asians are improving learning English. Is unbelievable how this people understand in a better way compared with us the foreign languages. And one of the main reasons is the practical way of use it, also the perseverance and the will to do the things.  

domingo, 1 de enero de 2017

La historia ¿ciencia del pasado?

Es común que los jóvenes conciban esta rama del conocimiento como un cúmulo de información sobre hechos muertos. Recuerdo que en la primaria esta rama del conocimiento únicamente giraba en torno a datos y fechas, nunca se estudiaban las motivaciones que generaron los acontecimientos, los actores de los hechos, mucho menos su relación con el presente.

Los demás científicos sociales como los economistas, sociólogos o politólogos discuten sobre problemáticas actuales, mientras algunos historiadores quedan relegados para relatar las motivaciones de determinado hecho histórico, para narrar cuentos, o para exhibir su enorme capacidad para memorizar fechas y nombres precisos. Desafortunadamente esa imagen de historiador aún persiste en algunos países.

Curiosamente la formación de los historiadores contempla también el estudio de esas ciencias sociales, habría que preguntarse ¿qué pueden aportar entonces los historiadores para la comprensión del presente?, o ¿será que sirven solamente para recordar datos precisos y contar cuentos llamativos?. Es precisamente esta imagen distorsionada la que debe cambiar, mediante el replanteamiento de los aportes de muchos historiadores.

La realidad social que nos afecta sea positiva o negativamente tiene raíces históricas. Su explicación y planteamiento de posibles soluciones requiere de un análisis causal, una contextualización del hecho, y sobre todo un manejo científico de las fuentes, este puede ser entonces un aporte del historiador. Ante todo se debe recordar que existe una relación pasado – presente,   

El presente requiere de un análisis de procesos. Algunos profesionales de otras áreas comentan que la historia sirve para “no repetir los errores”, desafortunadamente esa es una observación demasiado ingenua, puesto que por ejemplo los grandes imperios, no sucumbieron debido a “errores”, sino debido a contradicciones, elementos como crisis económicas y políticas derivadas muchas veces de agotamientos en el sistema económico.

Otras veces caen por la dependencia de un caudillo, el cual al morir genera un decaimiento de la masa, y también pueden caer por la rivalidad con potencias emergentes. Ejemplos podría colocar en este último caso a Cartago, un imperio surgido en África que llegó a rivalizar con los romanos. Durante tres sangrientas guerras finalmente los cartagineses fueron derrotados dejando a Roma el monopolio comercial clave para su consolidación.

Sin embargo la misma Roma experimentaría el agotamiento de un esclavismo como sustento de su imperio. El agotamiento generó el paso a otras formas alternas como el peculio y el colonato. Finalmente surgió el feudalismo, el cual se extendió por Europa, especialmente en Francia, Alemania e Inglaterra. Esos procesos históricos tienen relación con el presente, por ejemplo por el crecimiento de la Iglesia católica que mantiene influencia en la actualidad.

El Imperio británico sucumbiría por el agotamiento de un sistema colonial en pleno siglo XIX y XX y sería desplazado por EEUU, Alemania y Japón. Estas últimas tres potencias liderarían el capitalismo mundial durante la segunda mitad del siglo XX. Y una nación que nunca se consolidó realmente como potencia económica si logró colocarse en una posición militar, política y científica privilegiada: la Unión Soviética, hoy Rusia.

Entonces las dinámicas de estos acontecimientos nos explican como en la actualidad EEUU cede terreno ante China, Rusia, India, entre otros. Todo deviene de procesos históricos, la sociedad cambia, nunca es estática, ni siquiera durante el Medioevo. Esta relación pasado – presente es clave para comprender la importancia de estudiar los procesos históricos. También el subdesarrollo de las naciones tiene un origen.


El análisis de los procesos históricos puede también contribuir a la búsqueda de consensos si existe voluntad política de realizar cambios. La memoria histórica es fundamental en una democracia naciente, no se puede olvidar el pasado, puesto que forma parte de la realidad presente. Estas son pues algunas de las razones que existen para tomar en cuenta el estudio de los hechos históricos.

sábado, 31 de diciembre de 2016

La importancia de la lógica en las ciencias sociales


Hablar de ciencias sociales causa aún polémica entre algunos círculos intelectuales. Principalmente porque se consideran como ciencias únicamente aquellos conocimientos demostrables y bajo leyes objetivas. Aún cuando las llamadas ciencias exactas, tengan sus falencias al momento de demostrar muchos de sus conocimientos objetivos, no se puede negar que gozan de mayor prestigio al momento de denominar un conocimiento como científico.

Por el contrario las ciencias sociales tienen una trayectoria científica mucho más corta. Su principal falencia radica en su particular dificultad al momento de demostrar objetividad. Los científicos sociales requieren de un análisis abstracto que cae irreparablemente en la subjetividad. Sin embargo esta problemática complejiza mucho más el llegar a una verdad o demostración científica de algún acontecimiento social.
Sin embargo los medios de comunicación comienzan a incidir decididamente en un marcado desprestigio de la ciencia social, que a la vez se vuelve cada vez más popular. Los análisis económicos, políticos, sociológicos e históricos que llegan a través de los medios de comunicación tienden a sesgar la realidad, simplificándola y vulgarizando la riqueza del saber social.

Las guerras actuales por ejemplo, tienen particular legitimación por parte de grandes cadenas informativas que manipulan información constantemente. Las imágenes y datos subjetivos pretenden legitimidad mediante intelectuales financiados por sectores de poder particulares. El contrapeso de los medios alternativos, a pesar de ser menor va creciendo año con año y proporciona nuevos objetos de análisis e interpretación.

Es en este contexto donde la lógica puede ayudar a refrescar los análisis de ciencias sociales. La exigencia por argumentos mejor construidos, donde se basen no en datos subjetivos emitidos por instituciones financieras o políticas internacionales que defienden sus propios intereses. Mucho menos criterios basados únicamente en los datos que los medios de comunicación construyen artificialmente.

Es pues una relación compleja, donde la subjetividad de la ciencia social, deba construirse a partir de argumentos sólidamente construidos. La coherencia y orden del pensamiento fueron uno de los avances más exitosos de la filosofía antigua. Además constituyen la base de ciencias exactas como la matemática. Pero la ciencia social requiere de redescubrir esas reglas tan vigentes.

De esa manera se podrán construir también explicaciones sobre los sucesos mucho más coherentes, donde los intelectuales puedan realmente externalizar sus análisis sin ser presas de la información masiva cuyo principal fin es el entretenimiento. En conclusión la lógica sigue siendo uno de los instrumentos más poderosos para la producción del conocimiento. A pesar de los grandes avances tecnológicos, estos también traen consecuencias negativas que nos obligan a reflexionar sobre los aportes del pasado.

El otro punto que quiero tocar es más bien epistemológico. Retomando mi afirmación anterior, las ciencias sociales son vistas comúnmente como simples o de poca complejidad por el común de los estudiantes. Gran parte de esta afirmación radica en la creencia popular de que las ciencias sociales solo estimulan la memorización de conceptos, datos, fechas, etc. Mientras la construcción de la ciencia exacta como la física o química requiere de un ejercicio lógico riguroso.

Desafortunadamente dicha situación es producto del bajo nivel académico que ha caracterizado a las ciencias sociales en el ámbito escolar. Además de que en muchos casos los docentes están poco capacitados. La creencia de muchos aspirantes a estudiar ciencias sociales de que los estudios requerirán de mucha memorización, nada de lógica y que podrán ganar si son constantes en entrega de tareas y asistencia a clases.

Esto repercute a manera de círculo vicioso para producir escasos científicos sociales altamente calificados. Además está el factor socioeconómico que da un mal prestigio a esas profesiones por considerarse poco lucrativas o de difícil inserción laboral. Los futuros científicos sociales deben ser conscientes de ello. La lógica junto a la abstracción son las herramientas fundamentales para la construcción de conocimiento científico.

El primero nos permite la construcción de una explicación racional basada en argumentos rigurosos, y no en especulaciones, suposiciones o invenciones subjetivas. La segunda permite la comprensión de los fenómenos a partir de datos obtenidos.  El desprestigio de las ciencias sociales en el ámbito escolar, se debe a que en ellas no se enseña a abstraer, construir argumentos, aplicar la deducción, la inducción y evitar lo falaz.

Todo lo anterior parece propio de la ciencia formal y dura. Pues en la ciencia social ha bastado la simple opinión subjetiva y carente de argumento, la simple memorización de datos como: fechas, acontecimientos, nombres de países o lugares geográficos. Esto tiene como resultado la mala preparación de estudiantes que luego fracasan en la universidad, o en su defecto, si lograran conseguir titularse, cargar con la mediocridad profesional.

Otro elemento que considero crucial para esta problemática es la falta de un consenso entre entidades gubernamentales y círculos académicos sobre el papel de las ciencias sociales en el ámbito escolar. En mi experiencia, el sector político ha priorizado el conocimiento social como forma de creación identitaria, de un orgullo nacional basado muchas veces en un pasado mítico, donde poco importa lo que se aprende, pues lo importante serán las matemáticas, las ciencias y el lenguaje.

Existe otro sector, vinculado a la academia que busca formar profesionales que concienticen a los alumnos sobre la realidad social que viven. De esta manera, generar alumnos más interesados en los conocimientos sobre la sociedad, pues podrán verse identificados con ella. Sin embargo que a la larga en un mercado laboral que exige destrezas específicas, tendrán poca relevancia para el futuro de estos alumnos.

Más de alguna vez he escuchado que el conocimiento de la historia es muy útil para generar cultura, para conocer el país, o el común decir popular: “no cometer los mismos errores”, como si la dinámica social fuera producto exclusivamente de ensayo y error, dejando de lado la compleja contradicción entre clases sociales, intereses particulares, etc.

Esto deja mal parado el conocimiento social que a la larga resulta ser inútil en una sociedad que demanda ciudadanos con destrezas y aptitudes específicas. Aquí el aprendizaje de destrezas lecto – escritoras, numéricas, nuevos idiomas, razonamiento abstracto cobran especial relevancia. Por desgracia las ciencias sociales parecen no querer incidir en esas necesidades, pudiendo ser herramientas relevantes.

El científico social es ante todo un ser pensante, que debe dominar ampliamente el razonamiento abstracto, la emisión de argumentos coherentes, rigurosidad al momento de expresar opiniones y una amplia habilidad lectora; la capacidad de expresarse de manera oral y escrita, etc. Es esta la principal destreza de los verdaderos historiadores, abogados, economistas, sociólogos, politólogos, lingüistas, etc.

Solamente reformando la enseñanza de la ciencia social se podrá pelear por un mayor reconocimiento al trabajo realizado por sus especialistas. De lo contrario, seguirán siendo relegados como conocimientos interesantes, pero inútiles, tendientes a generar “cultura”, más no destrezas para insertarse en un mercado laboral cada vez más competitivo.