martes, 21 de marzo de 2017

El gran aporte de Aristóteles a la lógica

La lógica desarrollada por Aristóteles cambió radicalmente la estructura del pensamiento occidental. Los filósofos encuentran particular interés por desarrollarla, pero a decir verdad, debe ser empleada por cualquier tipo de académico. El cultivo del pensamiento necesariamente tiene en la lógica uno de sus mayores retos. Principalmente porque permite el razonamiento sistemático y evita caer en lo falaz o razonamiento inválido.

Este filósofo griego sistematizó toda una serie de elementos partiendo de los conceptos. El concepto viene a ser una síntesis de la realidad abstraída, y expresada gracias al lenguaje articulado. La realidad ha sido organizada en conceptos, los cuales permiten la transmisión de conocimientos de generación en generación.
Definida como la ciencia del razonamiento, constituye un instrumento fundamental en el qué hacer intelectual. Ocuparse precisamente de la estructura formal del pensar conlleva a potenciar la abstracción y el análisis de los elementos esenciales. Fue principal interés de Aristóteles desarrollar un método para evitar el razonamiento inválido, el pensar por sí mismo llevando en análisis más allá de la opinión partiendo de la estructura propia del lenguaje.

El elemento fundamental a estudiar es el concepto, entendido como una abstracción de la realidad sintetizada en un término. Este según Aristóteles puede llegar a clasificarse de diez formas distintas, pero las iré comentando de a poco.

Por ejemplo, hablar de la sustancia es mencionar que viene a ser el elemento esencial de la realidad. Puedo decir que su abstracción llevó a la posibilidad de comunicación, de estructurar toda la realidad cognoscible en una serie de categorías que aunque incompletas o imperfectas, han hecho posible a los seres humanos comprender de mejor manera el entorno que les rodea, y por qué no, a ellos mismos.

La lógica conlleva la obligación de estructurar las ideas de forma metódica y rigurosa que evite caer en lo falaz. Potenciar esta abstracción cobra especial relevancia debido a la necesidad del pensar por sí mismo, de tener libertad e independencia. La necesidad de defender las ideas con una calidad argumentativa o los postulados teóricos es parte de la formación intelectual que todos deberíamos aspirar a tener.

Carecer de ello limita la capacidad intelectual del individuo, obstaculizando su independencia de pensamiento o relegando sus ideas a ser argumentaciones inválidas o falaces, y en consecuencia a ser poco relevantes. Siguiendo con el tema de sustancia, los conceptos que emanan de ella, permites abstraer los elementos esenciales que emanan de ella.

Así hombre o caballo pueden sintetizar los subsecuentes elementos contenidos en esos términos. Luego se encuentran los referidos a la cantidad, los cuales llevan a una cuantificación de las cosas. Los de cualidad son necesarios para caracterizar los elementos esenciales de la realidad. La relación permite una cuantificación pero comparativa a otro concepto que esté vinculado. El lugar establece un espacio físico que permita ubicar los elementos expresados por el lenguaje.

Además, la situación lleva a caracterizar una forma de estar circunstancial, que permite una mejor comprensión del concepto. El estado conlleva el verbo estar y refiere un elemento contenido que tipifica al concepto de manera distinta. La acción vista como un proceder de una forma específica y la pasión, otra vez asociada al verbo ser que califica dicha acción.

Deseo hacer especial acotación al concepto que se asocia con sustancia, puesto que pretende sintetizar mediante abstracción toda la realidad, o al menos eso intenta. Esta afirmación que acabo de hacer no debe verse de manera contundente, pues no pretende serlo, en tanto que la capacidad de conocer es limitada, entendemos que nuestro lenguaje lo es.

A partir de ello la clasificación de la realidad a manera de conceptos universales será siempre limitada. Pero no por ello ha de ser excluida de este análisis. El estudio de la sustancia, la esencia, etc ha permitido diseñar estructuras lógicas del pensar, y ha abierto la mente a la posibilidad de conocer. El conocer la esencia se ha materializado en conceptos, mientras la sustancia nos adentra en un terreno metafísico.

La sustancia estudia de qué está hecho el ser. Mientras la esencia ve por lo que es el ser antes del espacio tiempo. Para efectos más prácticos el análisis de la esencia presenta variantes más aplicables a los objetos de estudio del científico social por ejemplo, en tanto que la realidad social se abstrae en forma de diferentes conceptos y categorías que representan estructuras, modelos o sistemas sociales.

La cuantificación de las cosas permite un mayor nivel de abstracción mediante su síntesis en forma de números. Así descomponer la realidad aritméticamente permite una forma de conocimiento más exacta. La cualidad lleva a una tipificación de la realidad, siendo así posible una distinción en el cómo son las cosas y no en cuántas son. El lugar lleva a la ubicación del concepto dentro de la realidad, permitiendo su delimitación espacial.

El tiempo en cambio ha de referirse a su delimitación temporal. La posición tipifica al concepto en relación a una posición particular, como: estar parado, estar sentado. La posesión requiere tener algo, como estar armado. La acción tiene que ver con algo llevado a cabo como cortar o quemar. Y la pasión, asocia esa acción con el verbo ser, como es quemado o es cortado.

Quiero hacer especial acotación al concepto de cantidad, especialmente por el carácter de lo continuo. Por ejemplo, una línea puede descomponerse en una serie de puntos, o el agua se descompone como la fusión de moléculas, el paso a su vez puede descomponerse en partículas de vidrio o plástico y el ser humano en una serie de átomos. En cuanto a la diferencia, Porfirio dice: “es la alteración de cualquiera con relación a ella misma o a una cosa distinta”.

Esto permite la distinción de las cosas unas de otras y facilita su comprensión y conocimiento. Así será posible la clasificación del concepto y la síntesis de la realidad en forma sistemática. Puesto que una cosa alterada no podrá jamás volver a ser la misma, esta relación dialéctica muestra la realidad como un ente cambiante. Y también facilita la estructuración de esta realidad en juicios y luego argumentaciones.

En tanto que el juicio abstrae la esencia de la oración dándole un sentido lógico y práctico. Más allá del orden de los términos contará el sentido que estos tienen mediante el lenguaje. Así la lógica permite sistematizar el conocimiento de una forma estructurada, rigurosa y coherente dando sentido a la argumentación. Descomponer la realidad en categorías para construir enunciados lógicos.

Entonces la abstracción trata de descomponer la realidad separándola en partes, identificando elementos relacionados, los cuales pueden ser comprendidos mediante esfuerzo intelectual. El desarrollo de la lógica ha permitido conocer esa realidad en forma abstracta, descomponiéndola precisamente en categorías. Así para el matemático o físico la realidad puede entenderse a partir de fórmulas o ecuaciones abstractas, el científico social las verá de forma conceptual o categorial.

Los científicos sociales así podrán identificar aquellos elementos esenciales impresos en el lenguaje adaptándolos a un sistema de categorías que llevarán a la construcción teórica de un objeto de estudio específico. Además se encuentra la argumentación, que permite la defensa de un postulado teórico, el cual debe ser demostrado mediante datos concretos, sean estos construidos metodológicamente o abstraídos de fuentes escritas como es el caso de los historiadores.

En ambos casos debe priorizarse el argumento riguroso que de solvencia a la fuente, sea consultada o construida mediante instrumentos teórico – metodológicos pre establecidos. La relación lógica de proposiciones reducidas a simples letras del abecedario permite establecer la estructura teórica a un nivel más abstracto. Pero el científico social verá utilidad en el contenido del postulado.

Por esta razón los elementos  o ideas planteadas son relevantes. Como se mencionó anteriormente debe forzarse al intelecto humano para abstraer en forma sintética lo esencial de las ideas. No interesa aquí la belleza del lenguaje o necesariamente riqueza de vocabulario. En sí debe priorizarse el sentido lógico que ejemplifique la esencia del contenido.

La llamada demostración consiste en la construcción de un argumento riguroso y convincente que fundamente las ideas construidas. Entonces la lógica viene a ser más que un simple instrumento mecanicista que llene la mente humana de términos nuevos. Es pues un elemento de carácter formativo, que desarrolle el pensar humano de una manera sistemática.

Además presenta especial dificultad pues el argumento es construido a base de la propia capacidad de abstracción y posteriormente enunciación argumentativa. Por ello la ciencia tiene especial interés en la lógica, y las humanidades dependen de ella para fortalecer sus argumentos a falta de las pruebas experimentales.
El carácter subjetivo de la ciencia social la coloca en una particular vulnerabilidad al momento de demostrar sus hallazgos. Por ello depende especialmente de la lógica, en tanto que esta, sistematiza el pensamiento, dándole un carácter formal, que va más allá del contenido de los enunciados.

El pensar por sí mismo no elimina la dependencia hacia conceptos o ideas construidas anteriormente. Es más, es difícil establecer en la actualidad que tan capaces somos realmente de emitir argumentos propios que vayan más allá de la simple opinión. Sin embargo también es en esas experiencias anteriores donde nuestro intelecto puede adquirir especial desarrollo.

La estructura formal alcanzada por Aristóteles hace la demostración mediante la deducción, forma de razonamiento generalmente utilizada. Sin embargo la aplicación de la lógica a la ciencia social puede demostrar argumentos por contenido mediante la deducción o la inducción.
Por ejemplo, Aristóteles decía que: “cuanto más se particularizan las cosas tanto más caen en el infinito, y cuanto más universales son tanto más se aproximan a lo simple y al límite. Las cosas se las puede saber mejor cuando son universales, son más demostrables y aumentan el número de relativos”.

De la primera idea infiero que la particularización de la realidad en conceptos, aumenta precisamente el número de estos. En cambio las cosas universales son más fáciles de conocer, tienen más relativos en tanto difieren unos de otros. La filosofía ha estructurado los conceptos más universales, tratando de entender los pormenores de la realidad.

En otro apartado señala que: “una ciencia es más exacta y más elevada que otra, cuando sabe a la vez la existencia de la cosa y la causa de la cosa; es decir, la ciencia que demuestra que la cosa existe no está separada de la que conoce por qué existe”.
Esto obliga a la ciencia a un proceso de abstracción mayor, no debe contentarse con explicar sus fenómenos de estudio, sino sus causas, del por qué. Y abstrayendo un poco más, reflexiona sobre su propio carácter teórico. Aunque esto se liga de mejor manera con la epistemología.

La lógica sirve también para evaluar el sentido o validez de las proposiciones. Partiendo de una esencia conceptual, profundiza en su carácter significante. Si bien la lógica formal prioriza la estructura, su aplicación práctica exige que las ideas cobren sentido. Así un silogismo puede ser correcto en estructura y falso en contenido. Por ello se dice que la forma está por encima de la idea que pretende expresarse.

Esto ocurre en un sentido teórico – abstracto sin embargo cuando se lleva a una dimensión práctico – concreta o real, entonces el sentido es lo esencial. Así, la preparación en lógica para los académicos o científicos adquiere un carácter formativo, precisamente porque da sentido a los enunciados y evita el razonamiento inválido o falaz.

La ciencia también presume de contar con argumentos rigurosos y válidos, sin embargo estos deben necesariamente ser demostrables. El modo correcto del pensar parte de un diseño objetivo y sistemático del lenguaje. La carencia de argumentos válidos denota una carencia de preparación académica. Ciertamente habrá quienes con poca formación tendrán una buena habilidad discursiva, pero el resto necesitaremos de un estudio de los rudimentos aunque sea elementales de la lógica.

Dice Aristóteles que “el silogismo se forma con proposiciones necesarias, pues así la conclusión es necesaria”. Esta es la manera para poder demostrar el silogismo. Cabe también rebatir o partir de esta afirmación: ¿cómo ser capaces de elaborar argumentos que sean más fuertes que la simple opinión?. Algo que actualmente denominamos con el nombre de tesis.

La lógica a partir del principio del silogismo obliga al pensar a adquirir un método riguroso y estructurado. En cambio, la opinión puede basarse en elementos superficiales y hasta banales, en cambio el argumento prioriza la esencia, la rigurosidad del pensamiento y sobre todo la validez del razonamiento. Es un esfuerzo por demostrar con argumentos las ideas planteadas.

Es por ello que la ciencia social, ante la falta de objetividad en muchos de sus planteamientos, debe recurrir a la lógica. La defensa de un argumento sobre proposiciones falsas resultará inútil, puesto que al final se cae en un sin sentido. Aristóteles planteaba también la diferencia entre lo esencia y lo accidental, lo cual discutiré a continuación.

La diferencia consiste en la forma de apreciar las cosas, mientras la esencia se preocupa por el qué es, el accidente ve el cómo es. En otras palabras, la esencia ve el sustantivo y el accidente ve el adjetivo. En una aplicación más práctica volvemos a la relevancia que adquiere la lógica como ciencia de los elementos esenciales. Para ello cobra especial importancia la definición.

La definición es una operación lógica que consiste en explicar las características esenciales de un concepto. Así una buena definición llevará a lo esencial y no a elementos superficiales. El otro elemento que puede abstraerse que tiene conexión con todos los elementos mencionados anteriormente es el uso del lenguaje. En tanto que representa un medio de transmisión de conocimiento, el lenguaje ha sido para abstraer la realidad y transmitir nuevas ideas.

La articulación final de los elementos de la lógica, es la enunciación de argumentos válidos. El lenguaje puede ser: informativo cuando transmite información, expresivo cuando afecta o deleita la afectividad, el directivo da órdenes, y el lenguaje mixto combina diversas funciones. En este caso particular me interesa el lenguaje informativo.

La ciencia social busca la abstracción de la realidad social, clasificándola en categorías que sean demostrables, en el caso de la historia, mediante el estudio de las fuentes escritas. Así sería posible, generalizar una dinámica social para su posterior análisis o discusión. La filosofía en tanto, es un saber abstracto y general. Estudia generalidades más abstractas y complejas, siendo la lógica una de ellas. En tanto se fundamenta en una estructura de ideas formal, y rigurosa.

La ciencia social busca el diseño de categorías teóricas que sean demostrables en realidades particulares, aunque es difícil que sean universales. El rigor de la investigación obliga a demostrar esas generalizaciones mediante el estudio de casos particulares, de otra forma no podría tomarse en cuenta como categoría teórica.

El análisis lógico postula argumentos que son elaborados a partir de un lenguaje articulado. Da a conocer descubrimientos producto de la abstracción, nuevas interpretaciones es el objetivo de la ciencia social. Entonces más allá de esa función informativo no encontraremos otra que le sea aplicable según los principios de los manuales de la lógica elemental.

La ciencia social depende mucho más de ese lenguaje articulado dado el menor grado de abstracción que aparentan sus planteamientos. No digo con esto que la ciencia social carezca de validez científica o de calidad. Es solo que no es posible demostrar con una exactitud contundente sus enunciados.
Por último quiero tratar un tema que no aborda Aristóteles en su tratado, pero al final tendría relevancia para él. 

Y se trata de responder a la pregunta ¿por qué el aprendizaje de la lógica forma parte de una buena educación? La respuesta es en este caso simple, la lógica permite al individuo pensar por sí mismo de manera rigurosa y eficaz. Una educación que no contenga parte estos atributos, no puede considerarse como buena.

Aristóteles sentó las bases de la lógica en el Organón. Su influencia sigue atrayendo a sus admiradores o seguidores. Precisamente la lógica como herramienta para el bien dirigir del pensar ha evolucionado. Pero la base aristotélica sigue siendo objeto relevante de estudio. La educación que los griegos brindaban, en el caso de Aristóteles, Platón o Pitágoras, permitía generar la mayor independencia de pensamiento. Así, el individuo llega a conclusiones a partir de su propio razonamiento , y no se aprende a partir de un proceso mecánico de memorización y repetición, el cual fomenta la mala educación.

La mala educación mecaniza al ser humano, le priva de su libertad, de formar su propio criterio, de tomar decisiones respecto a los temas más trascendentales. Este tipo de formación no pasa de la acumulación de información. Es por ello que educar al individuo para que cultive la lógica, desarrolla el criterio y capacidad argumentativa.

Así el individuo que logra pensar por sí mismo, demostrará una buena educación. Desde los antiguos griegos se defendió este principio. Sin embargo la generalización de centros de enseñanza de mala calidad, ha reducido el potencial intelectual de la juventud, unido a la mercantilización de la educación moderna.
El exceso de información actual, trae como consecuencia individuos con poco criterio y altamente moldeables. 

La carencia en la formación de lógica conlleva a formar individuos con argumentos blandos o poco construidos. Denotan una educación de baja calidad. Un alumno sin pensamiento lógico se caracteriza por el bajo grado de abstracción, inaccesibilidad a ideas complejas, incapacidad para expresar sus ideas correctamente.