Es común que los
jóvenes conciban esta rama del conocimiento como un cúmulo de información sobre
hechos muertos. Recuerdo que en la primaria esta rama del conocimiento
únicamente giraba en torno a datos y fechas, nunca se estudiaban las
motivaciones que generaron los acontecimientos, los actores de los hechos,
mucho menos su relación con el presente.
Los demás
científicos sociales como los economistas, sociólogos o politólogos discuten
sobre problemáticas actuales, mientras algunos historiadores quedan relegados
para relatar las motivaciones de determinado hecho histórico, para narrar
cuentos, o para exhibir su enorme capacidad para memorizar fechas y nombres
precisos. Desafortunadamente esa imagen de historiador aún persiste en algunos
países.
Curiosamente la
formación de los historiadores contempla también el estudio de esas ciencias
sociales, habría que preguntarse ¿qué pueden aportar entonces los historiadores
para la comprensión del presente?, o ¿será que sirven solamente para recordar
datos precisos y contar cuentos llamativos?. Es precisamente esta imagen
distorsionada la que debe cambiar, mediante el replanteamiento de los aportes
de muchos historiadores.
La realidad
social que nos afecta sea positiva o negativamente tiene raíces históricas. Su
explicación y planteamiento de posibles soluciones requiere de un análisis
causal, una contextualización del hecho, y sobre todo un manejo científico de
las fuentes, este puede ser entonces un aporte del historiador. Ante todo se
debe recordar que existe una relación pasado – presente,
El presente
requiere de un análisis de procesos. Algunos profesionales de otras áreas
comentan que la historia sirve para “no repetir los errores”,
desafortunadamente esa es una observación demasiado ingenua, puesto que por
ejemplo los grandes imperios, no sucumbieron debido a “errores”, sino debido a
contradicciones, elementos como crisis económicas y políticas derivadas muchas
veces de agotamientos en el sistema económico.
Otras veces caen
por la dependencia de un caudillo, el cual al morir genera un decaimiento de la
masa, y también pueden caer por la rivalidad con potencias emergentes. Ejemplos
podría colocar en este último caso a Cartago, un imperio surgido en África que
llegó a rivalizar con los romanos. Durante tres sangrientas guerras finalmente
los cartagineses fueron derrotados dejando a Roma el monopolio comercial clave
para su consolidación.
Sin embargo la
misma Roma experimentaría el agotamiento de un esclavismo como sustento de su
imperio. El agotamiento generó el paso a otras formas alternas como el peculio
y el colonato. Finalmente surgió el feudalismo, el cual se extendió por Europa,
especialmente en Francia, Alemania e Inglaterra. Esos procesos históricos
tienen relación con el presente, por ejemplo por el crecimiento de la Iglesia
católica que mantiene influencia en la actualidad.
El Imperio
británico sucumbiría por el agotamiento de un sistema colonial en pleno siglo
XIX y XX y sería desplazado por EEUU, Alemania y Japón. Estas últimas tres
potencias liderarían el capitalismo mundial durante la segunda mitad del siglo
XX. Y una nación que nunca se consolidó realmente como potencia económica si
logró colocarse en una posición militar, política y científica privilegiada: la
Unión Soviética, hoy Rusia.
Entonces las
dinámicas de estos acontecimientos nos explican como en la actualidad EEUU cede
terreno ante China, Rusia, India, entre otros. Todo deviene de procesos
históricos, la sociedad cambia, nunca es estática, ni siquiera durante el
Medioevo. Esta relación pasado – presente es clave para comprender la
importancia de estudiar los procesos históricos. También el subdesarrollo de
las naciones tiene un origen.
El análisis de
los procesos históricos puede también contribuir a la búsqueda de consensos si
existe voluntad política de realizar cambios. La memoria histórica es
fundamental en una democracia naciente, no se puede olvidar el pasado, puesto
que forma parte de la realidad presente. Estas son pues algunas de las razones
que existen para tomar en cuenta el estudio de los hechos históricos.
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