Últimamente se ha venido fortaleciendo la relación de cooperación entre la Federación rusa y Venezuela. Un acuerdo que comenzó hace unos años, motivado especialmente por el embargo de armas impuesto a Venezuela durante la administración Bush. Los derechistas conservadores han hablado mucho del temor que les provoca tal alianza, pero solamente hablan las motivaciones venezolanas, son reacios a analizar la participación rusa.
Es decir, nunca se hace un análisis sobre los intereses que pueda tener esta potencia armamentista en el país sudamericano. Es bien sabido que el presidente Chávez es constantemente objeto de amenazas y propaganda de desprestigio, ahora, también que le fue cortado el suministro de armamento estadounidense le fue necesario buscar nuevos socios, y la decisión de Vladimir Putin de acceder a los acuerdos hace una alianza muy interesante.
Pero a los rusos específicamente no les interesa tanto mantener la relación con el presidente venezolano por intereses económicos. Aunque estos son determinantes, es mucho más decisivo el carácter geoestratégico de Venezuela, como una puerta de entrada a América Latina. Y es que aunque la relación ruso - estadounidense aparentemente ha mejorado, mantiene cierta rivalidad militar.
La alianza de EEUU con antiguas repúblicas soviéticas, y el rompimiento del Pacto de Varsovia, daba la idea de un nuevo mundo unipolar, en donde los estadounidenses no tendráin contrapeso militar en ninguna parte del mundo. Sin embargo veinte años después, los rusos han vuelto con fuerza al primer plano mundial. Primero una alianza con los chinos, que los convierte en un fuerte contrapeso dentro del Consejo de Seguridad.
Entonces ante la posible amenaza o provocación que genera la incorporación de: Estonia, Letonia y Lituania a la OTAN, y la desaparición del Pacto de Varsovia, pues las alianzas militares deben cambiar. Lo interesante aquí es que el acercamiento de Rusia a Venezuela es tocar un territorio que durante los años de guerra fría sería impensable. Un ejemplo, las maniobras militares últimamente con Venezuela en 2008.
Se trata de una especie de respuesta a las provocaciones estadounidenses. Realmente la OTAN tiene solamente tres fuerzas militares decisivas: EEUU, Inglaterra y Francia, es decir que mueven a las demás, como una especie de coalición internacional, pero que solamente intenta esconder sin éxito las pretensiones imperialistas de las potencias. Por esta razón resulta más interesante el nuevo contrapeso que se forma en el oriente.
El fin del comunismo ha traído nuevos bríos para la relación ruso - china. Dos grandes potencias que en el pasado estuvieron distanciadas. Hoy ambas son un verdadero peligro para la hegemonía occidental. Entonces para Rusia es un mercado estratégico el territorio venezolano, no solo por la venta de armas, también motivado por el carácter estratégico que significa pisar suelo americano, algo solo visto en Cuba durante la guerra fría.
Nunca se analiza el interés ruso, que a la larga es el más decisivo para comprender la estrechez de la relación. Recordemos también que Venezuela es sólo la puerta de entrada, Medviedev ha firmado numerosos acuerdos con países sudamericanos. Esto simboliza el regreso de un grandes a la dinámica política internacional, cuyo papel será decisivo para el futuro del mundo.
La relación se ve fortalecida en el plano militar. Recordemos que los rusos son exportadores de armamento, y que al igual que los estadounidenses, necesitan abrirse nuevos mercados. En el caso estadounidense, existe una sólida relación con Colombia, que sigue generando dudas, ya que ese reforzamiento militar podría ser utilizado para amenazar a Venezuela, por esto Caracas responde aliándose con el gigante euroasiático.
El aparente control estadounidense después del colapso soviético ha venido perdiendo fuerza. Ahora existen países que desafían con agresividad esa intervención,uno de ellos es Irán, una potencia emergente, no sólo en el plano petrolero, también tecnológico y posiblemente militar. Demostrando una importante revolución educativa, logrando múltiples medallas en las olimpiadas científicas, algo silenciado por los grandes medios.
Para Rusia entonces es necesario ingresar a América Latina. Han existido importantes acercamientos con Ecuador, Bolivia y Argentina. En estos países existen intereses comerciales, aunque en menor medida que el territorio venezolano, puesto que este alberga las mayores reservas mundiales de petróleo. Estamos ante una nueva dinámica en la rivalidad ruso - estadounidense. Ya no se encuentran enemistados, los riesgos de un conflicto militar entre ambos es parte del pasado. Pero esto no significa tampoco una alianza, es necesario comprender que se trata de potencias autónomas con intereses particulares.
Entonces aún existe rivalidad, pero no de la misma forma. Los rusos han recuperado el rumbo económico, su economía mantiene un ritmo de crecimiento estable. Además mantienen un importante desarrollo de talentos científicos, el problema sigue siendo conseguir espacios laborales para todos. Pero la dinámica de crecimiento económico brinda buenas posibilidades.
El fortalecimiento de la relación con Venezuela constituye una oportunidad para comenzar a equilibrar las áreas de influencia estratégicas. La faja petrolífera del Orinoco es en este caso el mayor atractivo para las dos potencias EEUU y Rusia. No solamente por los millones de barriles alamacenados, también porque un cargamento rumbo a EEUU lleva un aproximado de cinco días.
Los estadounidenses continúan consumiendo la mayor cantidad del petróleo venezolano. Aunque Obama proclame numerosos discursos entusiastas sobre una futura reducción en la dependencia del petróleo, el excesivo consumo interno parece volver a la realidad a los más optimistas. Esto refuerza el interés venezolano por buscar nuevos aliados, no solamente económicos, sino que representen una relativa protección militar.
La participación de Rusia parece ser la más importante, puesto que constituye un importante contrapeso para los estadounidenses. Esto explica el interés venezolano, y por eso existen intereses mutuos. Y es que la dinámica de intereses es mutua por esta razón. El nuevo escenario mundial se caracteriza por el surgimiento de nuevos bloques de poder, en donde la alianza estadounidense OTAN nuevamente se verá amenazada.
El aparente ambiente pacífico, en donde se tiende a pensar que todas las potencias se encuentran en una relación amistosa, esto solamente es una ilusión. Los intereses particulares, que ejemplifican una política soberana, dan muestras del resquebrajamiento de tal ilusión. La política del presidente venezolano es una muestra de soberanía, se trata de abrir nuevos lazos de alianza estratégica sin necesidad del beneplácito estadounidense.
Entonces son numerosas las razones del por qué analizar el acercamiento Moscú - Caracas. No como tradicionalmente lo presentan los medios, como una estrategia del presidente Chávez para ganar atención. No, la participación rusa tiene una motivación más profunda, a partir de esta alianza el mundo se perfila a cambios sustanciales en la dinámica geopolítica mundial.
El nuevo mundo multipolar nos exige ver estos cambios, y entender las nuevas dinámicas. Todo es parte de un proceso, el resurgimiento ruso entonces se abre paso, y busca opciones para crecer. La ocupación de América Latina siempre ha tenido aprecio, puesto que se trata del territorio mejor controlado por los estadounidenses, y los hechos actuales ejemplifican como este objetivo se les escapa de las manos.
Ante esto los rusos pueden aprovechar el mayor sentimiento nacionalista que inunda la región. El conservadurismo entreguista característico de algunas naciones latinomaricanas que permanece en el poder, en muchos casos, va perdiendo terreno ante el deseo por mayor independencia para definir quienes serán los nuevos aliados. Las potencias emergentes buscan ocupar espacios antes controlados por los poderes tradicionales.
En esta nueva dinámica debe equilibrarse entonces los intereses de ambos. Romper con el esquema unipolar, que se viene convirtiendo en un gran obstáculo para comprender la dinámica real del mundo. Y para esto es imprescindible profundizar en la relación ruso - venezolana, tanto para el respaldo diplomático y de cooperación que significa una potencia como Rusia, y también la apertura de mercado para inversiones rusas en América.
Los EEUU ven con preocupación esta nueva dinámica, y es que no soporta que su patio trasero busque su verdadera independencia, es decir, hacer valer su soberanía. Pero el desprestigio que ha ganado el grande del norte precisamente viene facilitando el fortalecimiento de movimientos nacionalistas y progresistas, que ya no le temen como antes y están dispuestos a faltarle el respeto.
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