La
lógica desarrollada por Aristóteles cambió radicalmente la estructura del
pensamiento occidental. Los filósofos encuentran particular interés por
desarrollarla, pero a decir verdad, debe ser empleada por cualquier tipo de
académico. El cultivo del pensamiento necesariamente tiene en la lógica uno de
sus mayores retos. Principalmente porque permite el razonamiento sistemático y
evita caer en lo falaz o razonamiento inválido.
Este
filósofo griego sistematizó toda una serie de elementos partiendo de los
conceptos. El concepto viene a ser una síntesis de la realidad abstraída, y
expresada gracias al lenguaje articulado. La realidad ha sido organizada en
conceptos, los cuales permiten la transmisión de conocimientos de generación en
generación.
Definida
como la ciencia del razonamiento, constituye un instrumento fundamental en el
qué hacer intelectual. Ocuparse precisamente de la estructura formal del pensar
conlleva a potenciar la abstracción y el análisis de los elementos esenciales.
Fue principal interés de Aristóteles desarrollar un método para evitar el
razonamiento inválido, el pensar por sí mismo llevando en análisis más allá de
la opinión partiendo de la estructura propia del lenguaje.
El
elemento fundamental a estudiar es el concepto, entendido como una abstracción
de la realidad sintetizada en un término. Este según Aristóteles puede llegar a
clasificarse de diez formas distintas, pero las iré comentando de a poco.
Por
ejemplo, hablar de la sustancia es mencionar que viene a ser el elemento
esencial de la realidad. Puedo decir que su abstracción llevó a la posibilidad
de comunicación, de estructurar toda la realidad cognoscible en una serie de
categorías que aunque incompletas o imperfectas, han hecho posible a los seres
humanos comprender de mejor manera el entorno que les rodea, y por qué no, a
ellos mismos.
La
lógica conlleva la obligación de estructurar las ideas de forma metódica y
rigurosa que evite caer en lo falaz. Potenciar esta abstracción cobra especial
relevancia debido a la necesidad del pensar por sí mismo, de tener libertad e
independencia. La necesidad de defender las ideas con una calidad argumentativa
o los postulados teóricos es parte de la formación intelectual que todos
deberíamos aspirar a tener.
Carecer
de ello limita la capacidad intelectual del individuo, obstaculizando su
independencia de pensamiento o relegando sus ideas a ser argumentaciones
inválidas o falaces, y en consecuencia a ser poco relevantes. Siguiendo con el
tema de sustancia, los conceptos que emanan de ella, permites abstraer los
elementos esenciales que emanan de ella.
Así
hombre o caballo pueden sintetizar los subsecuentes elementos contenidos en
esos términos. Luego se encuentran los referidos a la cantidad, los cuales llevan
a una cuantificación de las cosas. Los de cualidad son necesarios para
caracterizar los elementos esenciales de la realidad. La relación permite una
cuantificación pero comparativa a otro concepto que esté vinculado. El lugar
establece un espacio físico que permita ubicar los elementos expresados por el
lenguaje.
Además,
la situación lleva a caracterizar una forma de estar circunstancial, que
permite una mejor comprensión del concepto. El estado conlleva el verbo estar y
refiere un elemento contenido que tipifica al concepto de manera distinta. La
acción vista como un proceder de una forma específica y la pasión, otra vez
asociada al verbo ser que califica dicha acción.
Deseo
hacer especial acotación al concepto que se asocia con sustancia, puesto que
pretende sintetizar mediante abstracción toda la realidad, o al menos eso
intenta. Esta afirmación que acabo de hacer no debe verse de manera
contundente, pues no pretende serlo, en tanto que la capacidad de conocer es
limitada, entendemos que nuestro lenguaje lo es.
A
partir de ello la clasificación de la realidad a manera de conceptos
universales será siempre limitada. Pero no por ello ha de ser excluida de este
análisis. El estudio de la sustancia, la esencia, etc ha permitido diseñar
estructuras lógicas del pensar, y ha abierto la mente a la posibilidad de
conocer. El conocer la esencia se ha materializado en conceptos, mientras la sustancia
nos adentra en un terreno metafísico.
La
sustancia estudia de qué está hecho el ser. Mientras la esencia ve por lo que
es el ser antes del espacio tiempo. Para efectos más prácticos el análisis de
la esencia presenta variantes más aplicables a los objetos de estudio del
científico social por ejemplo, en tanto que la realidad social se abstrae en
forma de diferentes conceptos y categorías que representan estructuras, modelos
o sistemas sociales.
La
cuantificación de las cosas permite un mayor nivel de abstracción mediante su
síntesis en forma de números. Así descomponer la realidad aritméticamente
permite una forma de conocimiento más exacta. La cualidad lleva a una
tipificación de la realidad, siendo así posible una distinción en el cómo son
las cosas y no en cuántas son. El lugar lleva a la ubicación del concepto
dentro de la realidad, permitiendo su delimitación espacial.
El
tiempo en cambio ha de referirse a su delimitación temporal. La posición
tipifica al concepto en relación a una posición particular, como: estar parado,
estar sentado. La posesión requiere tener algo, como estar armado. La acción
tiene que ver con algo llevado a cabo como cortar o quemar. Y la pasión, asocia
esa acción con el verbo ser, como es quemado o es cortado.
Quiero
hacer especial acotación al concepto de cantidad, especialmente por el carácter
de lo continuo. Por ejemplo, una línea puede descomponerse en una serie de
puntos, o el agua se descompone como la fusión de moléculas, el paso a su vez
puede descomponerse en partículas de vidrio o plástico y el ser humano en una
serie de átomos. En cuanto a la diferencia, Porfirio dice: “es la alteración de
cualquiera con relación a ella misma o a una cosa distinta”.
Esto
permite la distinción de las cosas unas de otras y facilita su comprensión y
conocimiento. Así será posible la clasificación del concepto y la síntesis de
la realidad en forma sistemática. Puesto que una cosa alterada no podrá jamás
volver a ser la misma, esta relación dialéctica muestra la realidad como un ente
cambiante. Y también facilita la estructuración de esta realidad en juicios y
luego argumentaciones.
En
tanto que el juicio abstrae la esencia de la oración dándole un sentido lógico
y práctico. Más allá del orden de los términos contará el sentido que estos
tienen mediante el lenguaje. Así la lógica permite sistematizar el conocimiento
de una forma estructurada, rigurosa y coherente dando sentido a la
argumentación. Descomponer la realidad en categorías para construir enunciados
lógicos.
Entonces
la abstracción trata de descomponer la realidad separándola en partes,
identificando elementos relacionados, los cuales pueden ser comprendidos
mediante esfuerzo intelectual. El desarrollo de la lógica ha permitido conocer
esa realidad en forma abstracta, descomponiéndola precisamente en categorías.
Así para el matemático o físico la realidad puede entenderse a partir de
fórmulas o ecuaciones abstractas, el científico social las verá de forma
conceptual o categorial.
Los
científicos sociales así podrán identificar aquellos elementos esenciales
impresos en el lenguaje adaptándolos a un sistema de categorías que llevarán a
la construcción teórica de un objeto de estudio específico. Además se encuentra
la argumentación, que permite la defensa de un postulado teórico, el cual debe
ser demostrado mediante datos concretos, sean estos construidos
metodológicamente o abstraídos de fuentes escritas como es el caso de los
historiadores.
En
ambos casos debe priorizarse el argumento riguroso que de solvencia a la
fuente, sea consultada o construida mediante instrumentos teórico –
metodológicos pre establecidos. La relación lógica de proposiciones reducidas a
simples letras del abecedario permite establecer la estructura teórica a un
nivel más abstracto. Pero el científico social verá utilidad en el contenido
del postulado.
Por
esta razón los elementos o ideas
planteadas son relevantes. Como se mencionó anteriormente debe forzarse al
intelecto humano para abstraer en forma sintética lo esencial de las ideas. No
interesa aquí la belleza del lenguaje o necesariamente riqueza de vocabulario.
En sí debe priorizarse el sentido lógico que ejemplifique la esencia del
contenido.
La
llamada demostración consiste en la construcción de un argumento riguroso y
convincente que fundamente las ideas construidas. Entonces la lógica viene a
ser más que un simple instrumento mecanicista que llene la mente humana de
términos nuevos. Es pues un elemento de carácter formativo, que desarrolle el
pensar humano de una manera sistemática.
Además
presenta especial dificultad pues el argumento es construido a base de la
propia capacidad de abstracción y posteriormente enunciación argumentativa. Por
ello la ciencia tiene especial interés en la lógica, y las humanidades dependen
de ella para fortalecer sus argumentos a falta de las pruebas experimentales.
El
carácter subjetivo de la ciencia social la coloca en una particular
vulnerabilidad al momento de demostrar sus hallazgos. Por ello depende
especialmente de la lógica, en tanto que esta, sistematiza el pensamiento,
dándole un carácter formal, que va más allá del contenido de los enunciados.
El
pensar por sí mismo no elimina la dependencia hacia conceptos o ideas
construidas anteriormente. Es más, es difícil establecer en la actualidad que
tan capaces somos realmente de emitir argumentos propios que vayan más allá de
la simple opinión. Sin embargo también es en esas experiencias anteriores donde
nuestro intelecto puede adquirir especial desarrollo.
La
estructura formal alcanzada por Aristóteles hace la demostración mediante la
deducción, forma de razonamiento generalmente utilizada. Sin embargo la
aplicación de la lógica a la ciencia social puede demostrar argumentos por
contenido mediante la deducción o la inducción.
Por
ejemplo, Aristóteles decía que: “cuanto más se particularizan las cosas tanto
más caen en el infinito, y cuanto más universales son tanto más se aproximan a
lo simple y al límite. Las cosas se las puede saber mejor cuando son
universales, son más demostrables y aumentan el número de relativos”.
De
la primera idea infiero que la particularización de la realidad en conceptos,
aumenta precisamente el número de estos. En cambio las cosas universales son
más fáciles de conocer, tienen más relativos en tanto difieren unos de otros.
La filosofía ha estructurado los conceptos más universales, tratando de
entender los pormenores de la realidad.
En
otro apartado señala que: “una ciencia es más exacta y más elevada que otra,
cuando sabe a la vez la existencia de la cosa y la causa de la cosa; es decir,
la ciencia que demuestra que la cosa existe no está separada de la que conoce
por qué existe”.
Esto
obliga a la ciencia a un proceso de abstracción mayor, no debe contentarse con
explicar sus fenómenos de estudio, sino sus causas, del por qué. Y abstrayendo
un poco más, reflexiona sobre su propio carácter teórico. Aunque esto se liga de
mejor manera con la epistemología.
La
lógica sirve también para evaluar el sentido o validez de las proposiciones. Partiendo
de una esencia conceptual, profundiza en su carácter significante. Si bien la
lógica formal prioriza la estructura, su aplicación práctica exige que las
ideas cobren sentido. Así un silogismo puede ser correcto en estructura y falso
en contenido. Por ello se dice que la forma está por encima de la idea que
pretende expresarse.
Esto
ocurre en un sentido teórico – abstracto sin embargo cuando se lleva a una dimensión
práctico – concreta o real, entonces el sentido es lo esencial. Así, la preparación
en lógica para los académicos o científicos adquiere un carácter formativo,
precisamente porque da sentido a los enunciados y evita el razonamiento
inválido o falaz.
La
ciencia también presume de contar con argumentos rigurosos y válidos, sin
embargo estos deben necesariamente ser demostrables. El modo correcto del
pensar parte de un diseño objetivo y sistemático del lenguaje. La carencia de
argumentos válidos denota una carencia de preparación académica. Ciertamente habrá
quienes con poca formación tendrán una buena habilidad discursiva, pero el
resto necesitaremos de un estudio de los rudimentos aunque sea elementales de
la lógica.
Dice
Aristóteles que “el silogismo se forma con proposiciones necesarias, pues así
la conclusión es necesaria”. Esta es la manera para poder demostrar el
silogismo. Cabe también rebatir o partir de esta afirmación: ¿cómo ser capaces
de elaborar argumentos que sean más fuertes que la simple opinión?. Algo que
actualmente denominamos con el nombre de tesis.
La
lógica a partir del principio del silogismo obliga al pensar a adquirir un
método riguroso y estructurado. En cambio, la opinión puede basarse en
elementos superficiales y hasta banales, en cambio el argumento prioriza la
esencia, la rigurosidad del pensamiento y sobre todo la validez del
razonamiento. Es un esfuerzo por demostrar con argumentos las ideas planteadas.
Es
por ello que la ciencia social, ante la falta de objetividad en muchos de sus
planteamientos, debe recurrir a la lógica. La defensa de un argumento sobre
proposiciones falsas resultará inútil, puesto que al final se cae en un sin
sentido. Aristóteles planteaba también la diferencia entre lo esencia y lo
accidental, lo cual discutiré a continuación.
La
diferencia consiste en la forma de apreciar las cosas, mientras la esencia se
preocupa por el qué es, el accidente ve el cómo es. En otras palabras, la
esencia ve el sustantivo y el accidente ve el adjetivo. En una aplicación más
práctica volvemos a la relevancia que adquiere la lógica como ciencia de los
elementos esenciales. Para ello cobra especial importancia la definición.
La
definición es una operación lógica que consiste en explicar las características
esenciales de un concepto. Así una buena definición llevará a lo esencial y no
a elementos superficiales. El otro elemento que puede abstraerse que tiene conexión
con todos los elementos mencionados anteriormente es el uso del lenguaje. En tanto
que representa un medio de transmisión de conocimiento, el lenguaje ha sido
para abstraer la realidad y transmitir nuevas ideas.
La
articulación final de los elementos de la lógica, es la enunciación de
argumentos válidos. El lenguaje puede ser: informativo cuando transmite información,
expresivo cuando afecta o deleita la afectividad, el directivo da órdenes, y el
lenguaje mixto combina diversas funciones. En este caso particular me interesa
el lenguaje informativo.
La
ciencia social busca la abstracción de la realidad social, clasificándola en
categorías que sean demostrables, en el caso de la historia, mediante el
estudio de las fuentes escritas. Así sería posible, generalizar una dinámica
social para su posterior análisis o discusión. La filosofía en tanto, es un
saber abstracto y general. Estudia generalidades más abstractas y complejas,
siendo la lógica una de ellas. En tanto se fundamenta en una estructura de
ideas formal, y rigurosa.
La
ciencia social busca el diseño de categorías teóricas que sean demostrables en
realidades particulares, aunque es difícil que sean universales. El rigor de la
investigación obliga a demostrar esas generalizaciones mediante el estudio de
casos particulares, de otra forma no podría tomarse en cuenta como categoría
teórica.
El
análisis lógico postula argumentos que son elaborados a partir de un lenguaje
articulado. Da a conocer descubrimientos producto de la abstracción, nuevas
interpretaciones es el objetivo de la ciencia social. Entonces más allá de esa función
informativo no encontraremos otra que le sea aplicable según los principios de
los manuales de la lógica elemental.
La
ciencia social depende mucho más de ese lenguaje articulado dado el menor grado
de abstracción que aparentan sus planteamientos. No digo con esto que la
ciencia social carezca de validez científica o de calidad. Es solo que no es
posible demostrar con una exactitud contundente sus enunciados.
Por
último quiero tratar un tema que no aborda Aristóteles en su tratado, pero al final
tendría relevancia para él.
Y se trata de responder a la pregunta ¿por qué el
aprendizaje de la lógica forma parte de una buena educación? La respuesta es en
este caso simple, la lógica permite al individuo pensar por sí mismo de manera rigurosa
y eficaz. Una educación que no contenga parte estos atributos, no puede
considerarse como buena.
Aristóteles
sentó las bases de la lógica en el Organón. Su influencia sigue atrayendo a sus
admiradores o seguidores. Precisamente la lógica como herramienta para el bien
dirigir del pensar ha evolucionado. Pero la base aristotélica sigue siendo
objeto relevante de estudio. La educación que los griegos brindaban, en el caso
de Aristóteles, Platón o Pitágoras, permitía generar la mayor independencia de
pensamiento. Así, el individuo llega a conclusiones a partir de su propio
razonamiento , y no se aprende a partir de un proceso mecánico de memorización y
repetición, el cual fomenta la mala educación.
La
mala educación mecaniza al ser humano, le priva de su libertad, de formar su
propio criterio, de tomar decisiones respecto a los temas más trascendentales. Este
tipo de formación no pasa de la acumulación de información. Es por ello que
educar al individuo para que cultive la lógica, desarrolla el criterio y
capacidad argumentativa.
Así
el individuo que logra pensar por sí mismo, demostrará una buena educación. Desde
los antiguos griegos se defendió este principio. Sin embargo la generalización de
centros de enseñanza de mala calidad, ha reducido el potencial intelectual de
la juventud, unido a la mercantilización de la educación moderna.
El
exceso de información actual, trae como consecuencia individuos con poco
criterio y altamente moldeables.
La carencia en la formación de lógica conlleva
a formar individuos con argumentos blandos o poco construidos. Denotan una educación
de baja calidad. Un alumno sin pensamiento lógico se caracteriza por el bajo
grado de abstracción, inaccesibilidad a ideas complejas, incapacidad para
expresar sus ideas correctamente.
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