jueves, 22 de septiembre de 2011

El Estado laico y sus contradicciones en Guatemala

En el mundo occidental la construcción de los estados democráticos conllevó una lucha contra grupos conservadores, particularmente la Iglesia católica y la aristocracia. Los países desarrollados principalmente Francia proclaman los derechos humanos y construyen un modelo político fundamentado en los principios liberales, entre los más importantes se encuentra la laicidad del Estado.

En los países subdesarrollados, particularmente Latinoamérica las dificultades fueron mayores, pues persisten lazos conservadores fundados en alianzas con el clero, y sobre todo la mentalidad terrateniente basada en la coerción, que no respeta la libertad y los derechos. Cuando se aplicó el modelo republicano en Guatemala, a partir de 1847 persistía un gobierno conservador que mantenía privilegios para el clero, como tierras, el diezmo y el control de la educación.

La reforma liberal de 1871 significó una serie de cambios que promovieron la laicidad de la educación y expropiación de tierras al clero. Si bien muchas reformas eran necesarias para la construcción de una república liberal, no se tocó lo más importante, la estructura de propiedad oligárquica de la tierra, no se respetaron tampoco los derechos de los indígenas, en fin la república liberal era únicamente para los ladinos, la mayoría fue excluída.

Otra estrategia de los liberales fue introducir sectas protestantes para romper con el monopolio católico. Los gobiernos sustentados en este sistema oligárquico persisten, la democracia guatemalteca planteada a partir de los Acuerdos de Paz de 1996 ha permitido por lo menos existencia de elecciones libres, pero parece que los principios liberales aún no se entienden del todo.

La Constitución Política de la República de Guatemala promulgada en 1985 expresa la existencia de un estado que garantiza libertad religiosa, libertad de pensamiento, pero contiene privilegios exclusivos para la Iglesia Católica, tales como personalidad jurídica, y que el Estado podrá extenderle títulos de propiedad para los bienes que posee.  Además plantea como optativa la educación religiosa en instituciones públicas, no menciona un carácter laico, el estado tampoco es laico en términos estrictos.

Esto puede ser aprovechado por líderes religiosos para intrometerse en el ámbito público, el ejemplo más claro y chocante fue la participación del pastor evangélico Harold Caballeros en los comicios de 2011, aún cuando la ley lo prohibía. La crisis del país es astutamente aprovechada por líderes religiosos como una oportunidad para ganar adeptos, para acumular espacios de poder aún por encima de las leyes. Aunque este no es el caso más importante, pues líderes católicos también toman partido en los procesos políticos.

La población en general no conoce la idea de "laicidad del Estado", pues en general posee poca educación, acceso a información, y la cultura conservadora y de pocos espacios para la libre expresión reproducen este círculo vicioso. Muchos ideólogos que se proclaman liberales únicamente se preocupan por defender los intereses de los grupos empresariales, de los oligopolios. 

Las críticas al laicismo especialmente del estado están encabezadas hoy por Joseph Ratzinger quien prácticamente ha declarado la "guerra a los laicos". En realidad se debería tratar el tema de respetar los mandatos de casi todas las constituciones liberales, en donde hay que respetar a las religiones además de laicos y ateos. Puesto que todos los seres humanos tienen el derecho universal de pensar distinto, los límites también están contemplados en los mandatos constitucionales, esto no debe olvidarse.

Existen quienes irrespetuosamente proclaman que toda la población es "cristiana", cuando en realidad existen individuos o grupos que no comparten dicho término. Esto forma parte de la incapacidad para aplicar las leyes estipuladas o por la presión de conservadores para mantener los privilegios existentes. En este país se ve lejana la posibilidad para la construcción de un estado laico que genere un ambiente de legalidad para todos.

Al igual que en Guatemala otros países latinoamericanos se ven en desventaja para reivindicar o consolidar el carácter laico del Estado. Puesto que existen corporaciones internacionales que luchan por manipular la política interna de los países. En este sentido discusiones como el derecho reproductivo, entendido como la posibilidad de hombres y mujeres para decidir sobre su cuerpo queda relegada, reiteradamente se recurre a la consigna de "defender la familia" la cual es altamente conservadora.

Entonces alcanzar esa madurez en estos países resulta una tarea difícil, pero a pesar de todo es bastante factible. Requiere de un esfuerzo colectivo que integre diversos sectores progresistas.






jueves, 1 de septiembre de 2011

La religión como instrumento ideológico del modo de producción

El análisis histórico de los modos de producción, conlleva además de los elementos de base económica los niveles de superestructura, entre estos la ideología y religión son determinantes para comprender la entera complejidad de un sistema económico, y más aún de una sociedad. La religión es solo uno de tantos instrumentos ideológicos existentes, sin embargo es uno de los más influyentes.

El marxismo ciertamente ha sido uno de los instrumentos intelectuales más valiosos para la comprensión y explicación de la historia. Sin embargo como apuntaba en el artículo sobre: "Abordaje de la acumulación de capital desde la dialéctica marxista en la actualidad", es necesario retomar elementos que el marxismo vulgar dejó a un lado, una interpretación mecanicista prioriza la base económica como determinante de la superestructura.

Pero esa afirmación tan tajante, llevada a cabo mecánicamente nos envuelve en un marxismo vulgar. Ciertamente el congreso de Francia de los años setenta criticó ese dogmatismo, y uno de sus aportes fue la importancia de estudiar los fenómenos ideológicos como partes integrantes de los hechos históricos. Por esta razón creo que la ideología como elemento determinante en los modos de producción no puede dejarse de lado.

Durante la edad media la Iglesia Católica mantuvo el monopolio del conocimiento en Europa. La escolástica era suficiente para reproducir el feudalismo europeo, la censura ideológica, la predestinación y sobre todo la supremacía de la vida espiritual sobre lo mundano eran sus elementos principales. Los siervos estaban atados al feudo, aunque no eran esclavos dependían en gran medida de su señor.

La reforma protestante del siglo XVI es parte de las contradicciones del feudalismo alemán, y se propagaría por el resto de Europa, principalmente Inglaterra. La Iglesia católica pierde terreno frente al avance burgués, el humanismo desplaza a la escolástica, la ciencia poco a poco desplaza a los dogmas de fe absolutos. El panorama intelectual es prometedor, pues se amplía la producción de libros, de gente ansiosa por nuevas ideas, y progresa la ciencia.

El capitalismo asentado sobre la libertad del trabajo, el intercambio comercial que coloca especial importancia al mercado, y mayor libertad para pensar y expresarse, además del predominio de la razón sobre el dogma, van a configurar nuevos instrumentos intelectuales para propagar ese fervor capitalista. Uno de los más importantes va a ser la religión, el protestantismo y el catolicismo en una ardua rivalidad.

Las ideas de los teóricos protestantes van a inspirar los capitalismos nacientes en EEUU, Inglaterra, Alemania, Holanda, etc. Mientras la mayor defensora del catolicismo se hundía en el atraso: España. No se trata de que el progreso sea determinado por ser protestante, pero sí fue un instrumento ideológico que dio soporte al movimiento burgués que llegó a ser dominante.

El movimiento ideológico religioso es interesante pues no se trata de un monopolio intelectual que se queda atrapado en las paredes del monasterio. Se trata de impulsar nuevos valores dentro de la sociedad, elementos antes criticados, poco a poco se convierten en fundamentales, entre ellos la ambición, la austeridad cuando es necesaria, la puntualidad y el esfuerzo configuraron la nueva sociedad capitalista.

Uno de los rasgos esenciales que plantea el sociólogo alemán Max Weber en su obra "Sociología de la religión" es el término "religión de salvación". Las culturas desde tiempos remotos han rendido culto a diversos seres sobrenaturales, ya sea la lluvia, el aire, el fuego, etc. La explicación de las cosas fundamentado en argumentos sea politeístas o monoteístas como más tarde terminará siendo dominante.

La salvación del alma corresponde a una mentalidad que privilegia lo espiritual, en detrimento de lo material, específicamente lo opuesto a la época del capitalismo moderno. Sin embargo será en el Medioevo cuando la salvación llega a su punto máximo, en el capitalismo posterior lo terrenal irá desplazando a lo espiritual. Esto no quiere decir que los humanos dejen de preocuparse por su alma, solamente es que cambiaron las prioridades.

El pecado como instrumento ideológico continúa utilizándose incluso en la actualidad. La necesidad de salvación, de que los humanos son débiles y requieren de un proceso de purificación continúa siendo un argumento fuerte utilizado para justificar la necesidad de afiliación a un culto religioso. En cambio durante la etapa del desarrollo capitalista estadounidense, asentado en el protestantismo, los valores puritanos eran exaltados precisamente para poder hacerse de un crédito, para que existiera confianza entre las personas.

El capitalismo actual difiere mucho de los valores exaltados por Max Weber, precisamente porque las etapas de desarrollo nos muestran profundas transformaciones. Lo terrenal para los capitalistas resulta prioritario, los protestantes encarnan mejor dicha transformación, El catolicismo en aquella época defendido por españoles e italianos solo era ejemplo de atraso y estancamiento, en cambio las naciones prósperas eran Norteamérica y Gran Bretaña.

Los británicos inspirados por un rápido desarrollo industrial iniciaron un proceso de expansión imperialista, el anglicanismo fue el resultado del pleito entre Enrique VIII y el papado. La independencia religiosa inglesa facilitó su crecimiento como potencia. En EEUU también serán valores protestantes los que aceleren la expansión, priorizando el trabajo, la austeridad, y sobre todo el anhelo por una vida mejor en la tierra.



La carencia de ideología de los partidos políticos de Guatemala

Este tema es comúnmente mencionado en foros y espacios de opinión dentro del país. Y es que los partidos políticos en este país son solo vehículos para ocupar espacios de poder dentro del estado. No existe en sí democracia, sino un conjunto cada vez mayor de agrupaciones políticas que luchan por acaparar los jugosos sueldos de los funcionarios públicos, por esta razón el país carece de una cultura democrática.

El colapso de la Unión Soviética significó un duro golpe para la izquierda del mundo. En Guatemala la izquierda cada vez más debilitada tuvo que aceptar su incorporación a la vida política por medios legales, pero se fragmentó y es cada vez más débil. La derecha en cambio acaparó el poder, sin embargo, también fue fragmentándose, de un partido surgieron tres o cuatro nuevos, hasta el escenario actual.

La ideología conservadora derechista es dominante en casi todos los partidos. Es decir, mantener el status quo, rechazar las decisiones polémicas en torno a la moral conservadora, y evitar cualquier iniciativa por enmiendas constitucionales. Al no existir posibilidades en este terreno la discusión queda relegada a problemáticas generadas a partir de la descomposición social, como los altos niveles de violencia y el hambre.

La situación de crisis social en temas como seguridad, salud y educación centran las discusiones de los políticos. Esta derecha muta continuamente de un partido a otro, no logra consolidarse con una visión clara de país. La izquierda por su parte está conformada en diferentes partidos, que también carecen de propuestas y sobre todo credibilidad entre las personas.

Desafortunadamente la poca cultura democrática entre la población y las necesidades más urgentes hacen inviable una discusión profunda sobre la misión que los partidos políticos deben tener. La gente tiende a ser maniatada por las agrupaciones con baratijas, el descontento popular es alto, sin embargo, parece que aún no suficiente para que exista una demanda de los sectores populares organizados que demanden a los políticos propuestas serias.

En general existe en todos los partidos una visión moralista cristiana conservadora. Pretende privilegiar a los monopolios tradicionales, evitar reformas profundas, es decir, cambios constitucionales o del sistema económico. Entonces la propuesta en general no pasa de medidas paliativas, que si bien son necesarias no son duraderas en el largo plazo, un agravante es la penetración del crimen organizado en las instituciones del Estado.

En este sentido se requiere de un liderazgo y voluntad política para enfrentar la grave problemática. La concientización de la población recurriendo a recursos que sean posibles, como algunos medios de comunicación, intelectuales y la educación formal pueden contribuir a incrementar esa conciencia que propicie una mayor presión a las agrupaciones políticas para enfrentar los problemas.

Es también responsabilidad de los intelectuales sin importar su tendencia ideológica o interés de clase el no excluir de las discusiones la necesidad de ideología. No se trata de discursos vacíos, sino de propuestas fundadas en principios, tampoco de extremismos sesgados, el tema pasa por una verdadera construcción democrática.

La descomposición de las instituciones del Estado es un aspecto que preocupa. Puesto que se trata de administradores públicos, es decir su trabajo repercutirá en el futuro de una nación. Al no existir partidos o funcionarios que tengan una visión clara sobre su función seguirá siendo factible el que se corrompan con facilidad, además es una cadena muy larga que se hace casi invencible.

El último factor decisivo en este sentido recae nuevamente en las demandas puntuales de la población y en la organización de partidos sin visiones claras. Los que se seguirá buscando es la implementación de medidas de corto plazo, donde no exista visión de país o conciencia de desarrollo, sino un aprovechamiento de los negocios del Estado, un saqueo constante de recursos que se ha vuelto una historia repetida cada cuatro años.

Las propuestas innovadoras pueden surgir de movimientos sociales o intelectuales también. Pero estos deben existir primero, no es fácil desafiar a la ideología conservadora para proponer otro tipo de visiones que ejemplifiquen la verdadera diversidad de la sociedad.