martes, 6 de diciembre de 2011

La recuperación de Rusia

Se trata de la nación más extensa del mundo, cuenta con recursos naturales, producción industrial, agrícola y tecnológica, sin embargo viene saliendo de una dura crisis. El fin de la Unión Soviética significó para ellos una notable pérdida de peso a nivel internacional mediante la desaparición del campo socialista, y también la extensión de Estados Unidos a escala global.

Los Estados Unidos han desplegado una extensión de su poderío militar en muchas esferas de influencia rusas. Esto para intentar cercar a la gran potencia del este, sin embargo, han existido numerosas respuestas, una de ellas es la Organización de Cooperación de Shangai que busca contrarrestar a EEUU en la región. Pero esta organización es solamente una de tantas expresiones diferentes.

En este artículo me parece más importante destacar la conformación de Rusia junto a China como obstáculos consistentes a los EEUU y Europa frente a las amenazas de intervención. Si bien los chinos a veces tienden a ser menos contundentes sí han prestado apoyo a los rusos en decisiones difíciles. Hoy en día la pulseada en el Consejo de Seguridad de la ONU es cada vez más pareja y con complejas expresiones de intereses.

El medio oriente es una región del mundo estratégica tanto para las potencias de oriente como de occidente. Casi todo el petróleo del mundo se produce en esta región, y cualquier alteración en el orden político ocasiona una desestabilización generalizada. Pero también juega un papel decisivo la esfera de influencia rusa y china. Los países con cercanía a Rusia, como Irán o en el caso chino lo que representa Corea del Norte, que a pesar de no pertenecer a medio oriente si constituye un objetivo militar para EEUU.

Esta amenaza permanente obliga a Rusia a un papel activo. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es el punto de partida de las nuevas intervenciones militares de occidente. Un ejemplo claro lo tuvimos en Libia a finales de marzo. La guerra civil librada en el país africano estaba por ser una difícil victoria para el coronel Muamar al Gadafi, pero esto apresuró las presiones de Francia, EEUU y Gran Bretaña para justificar una intervención.

Las tropas de Gadafi marchaban rumbo a la conquista de Bengazi la cual era el principal bastión de los rebeldes. La ventaja militar del gobierno consistía en bombardeos aéreos, por esto la fórmula diseñada por occidente para intervenir fue establecer una "zona de exclusión aérea" con esto eliminaría la soberanía del espacio aéreo, entonces automáticamente se produciría la intervención militar de la OTAN.

Tanto Rusia como China se abstuvieron de votar, pero también de ejercer su derecho a veto. Esto permitió una serie de bombardeos con objetivos militares y después de siete meses el asesinato de Gadafi, con esto los occidentales podrán tener un gobierno títere que les facilite a las transnacionales estadounidenses y europeas el acceso al preciado petróleo libio, además de hacer creer al mundo que "la democracia es posible".

Pero aunque Libia es ya un caso perdido, en este momento se libra una compleja batalla en Siria, en donde grupos armados intentan derrocar al presidente Bashar al Assad, quien lleva diez años en el poder, pero aún goza de bastante aceptación popular. Los enfrentamientos son muy fuertes, pero en este caso los opositores al gobierno tienen mucho menos margen de maniobra, además que Rusia y China en este caso sí han actuado con mayor contundencia.

Siria es un país estratégico por muchas razones, en primer lugar es una aliado importante de Irán, la caída de este régimen es muy peligrosa para la geopolítica iraní. Además los rusos tienen una ventaja, la mentira utilizada por occidente en Libia se desmoronó, y entonces se hace mucho más difícil utilizar el mismo pretexto dos veces.

Es cierto que en Siria existen opositores civiles que son reprimidos por las fuerzas gubernamentales, pero también grupos irregulares cometen actos terroristas que son combatidos legítimamente por el gobierno. EEUU, Francia y Gran Bretaña estén desesperados, puesto que requieren del visto bueno de sus colegas en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El primer ministro ruso Vladimir Putin ha sido muy firme en su apoyo a Al Assad, puesto que se juega su prestigio como líder mundial, los rusos deben demostrar su regreso como  potencia de primer orden y para ello no pueden dejarse amedrentar por las exigencias de los occidentales. El caso sirio demuestra una vez más la compleja relación ruso - china. Las presiones occidentales son lógicas, puesto que buscan ganar aliados geoestratégicos, y Barack Obama es el más interesado pues buscará la reelección en 2012.

El otro aspecto necesario de estudiar es la personalidad del primer ministro Vladimir Putin, puesto que se le considera el artífice político clave en las transformaciones. Putin recibió una Rusia alicaída puesto que venía del derrumbe soviético, los altos niveles de corrupción y sobre todo una economía destruida eran los principales problemas. Las reformas económicas tienden a abrir más el país para incrementar los flujos de inversión y generación de empleo, los resultados son bastante buenos pues el PIB ruso se ha duplicado.

La continuidad política es clave, sin embargo también me parece arriesgado el exceso de influencia que tiene Putin en Rusia, quizás sea solo especulación pero serán los años quienes nos muestren mejor el futuro. La capacidad política de Putin para recordarle al mundo que Rusia es grande, es innegable. Sobre todo en un mundo cada vez más amenazado por las potencias occidentales especialmente EEUU y su carrera armamentista.

Vladimir Putin buscará la presidencia de Rusia el próximo año y es favorito para ganar nuevamente, si lo consigue entonces estaríamos hablando de un nuevo monopolio de gobierno ejercido no por el Partido Comunista sino por el partido Rusia Unida. Aunque a mi modo de ver son los rusos quienes deben darle legitimidad a este proceso, sí destaco la enorme proyección internacional del primer ministro.

De la mano de Putin, Rusia consigue reforzar lazos con naciones que le brindan protagonismo, en este caso citaré dos casos puntuales: Venezuela e Irán. Además de su claro apoyo a Osetia del Sur y Abjasia en un abierto desafío a la OTAN. Pero primero hablaré del petrolero sudamericano. Esta nación liderada por el coronel Hugo Chávez es una alianza estratégica puesto que abre las puertas de Sudamérica a Rusia.

Los principales aspectos de interés son la Faja Petrolífera del Orinoco por sus enormes reservas petroleras, y también el comercio de armas. Pero para Rusia más que eso se trata de una puerta de entrada que les ha permitido revivir la relación con Cuba y buscar nuevos socios como Ecuador, Argentina, Brasil o Bolivia. Hugo Chávez resalta lo necesario de la cooperación pues necesita dar muestras claras a EEUU de soberanía.

El otro socio importante es Irán, pero se trata de un viejo aliado. La relación entre ambos es más delicada pues pasa por la cooperación en tecnología nuclear. La República Islámica de Irán es clave para la geopolítica rusa, se trata de defender el interés mutuo, sus fronteras, áreas de influencia y sobre todo sus fuerzas armadas se encuentran amenazadas por el avance de la OTAN en la región.

Las amenazas continuas contra Irán pueden ser también contra Rusia, puesto que los occidentales pretenden no sólo golpear a los persas sino también cercar a la potencia del este con un escudo antimisiles. Y esto supondría solo el principio de lo que podría conducir al mundo a una catástrofe. Es por esto fundamental el papel que juegan Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Cooperación de Shangai.

Los rusos se encaminan a un espectacular retorno pero con sus puntos débiles también. La dependencia en la exportación de materias primas habla de que existe un largo camino por recorrer en materia de modernización tecnológica. El incremento de la inversión en una nación con pasado socialista es más complejo, pero es una manera de conseguir la generación de empleo y así evitar la fuga de cerebros.

Existen esfuerzos considerables aunque aún no suficientes. Uno de ellos es Skólkovo como se le conoce a la versión rusa de Syllicon Valley y que en el futuro puede convertirse en piedra angular de la tecnología rusa. El gobierno busca con esto emplear a los miles de cerebros que se forman en el país y evitar que emigren a otros países como sucedía en el pasado.












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