domingo, 1 de enero de 2017

La historia ¿ciencia del pasado?

Es común que los jóvenes conciban esta rama del conocimiento como un cúmulo de información sobre hechos muertos. Recuerdo que en la primaria esta rama del conocimiento únicamente giraba en torno a datos y fechas, nunca se estudiaban las motivaciones que generaron los acontecimientos, los actores de los hechos, mucho menos su relación con el presente.

Los demás científicos sociales como los economistas, sociólogos o politólogos discuten sobre problemáticas actuales, mientras algunos historiadores quedan relegados para relatar las motivaciones de determinado hecho histórico, para narrar cuentos, o para exhibir su enorme capacidad para memorizar fechas y nombres precisos. Desafortunadamente esa imagen de historiador aún persiste en algunos países.

Curiosamente la formación de los historiadores contempla también el estudio de esas ciencias sociales, habría que preguntarse ¿qué pueden aportar entonces los historiadores para la comprensión del presente?, o ¿será que sirven solamente para recordar datos precisos y contar cuentos llamativos?. Es precisamente esta imagen distorsionada la que debe cambiar, mediante el replanteamiento de los aportes de muchos historiadores.

La realidad social que nos afecta sea positiva o negativamente tiene raíces históricas. Su explicación y planteamiento de posibles soluciones requiere de un análisis causal, una contextualización del hecho, y sobre todo un manejo científico de las fuentes, este puede ser entonces un aporte del historiador. Ante todo se debe recordar que existe una relación pasado – presente,   

El presente requiere de un análisis de procesos. Algunos profesionales de otras áreas comentan que la historia sirve para “no repetir los errores”, desafortunadamente esa es una observación demasiado ingenua, puesto que por ejemplo los grandes imperios, no sucumbieron debido a “errores”, sino debido a contradicciones, elementos como crisis económicas y políticas derivadas muchas veces de agotamientos en el sistema económico.

Otras veces caen por la dependencia de un caudillo, el cual al morir genera un decaimiento de la masa, y también pueden caer por la rivalidad con potencias emergentes. Ejemplos podría colocar en este último caso a Cartago, un imperio surgido en África que llegó a rivalizar con los romanos. Durante tres sangrientas guerras finalmente los cartagineses fueron derrotados dejando a Roma el monopolio comercial clave para su consolidación.

Sin embargo la misma Roma experimentaría el agotamiento de un esclavismo como sustento de su imperio. El agotamiento generó el paso a otras formas alternas como el peculio y el colonato. Finalmente surgió el feudalismo, el cual se extendió por Europa, especialmente en Francia, Alemania e Inglaterra. Esos procesos históricos tienen relación con el presente, por ejemplo por el crecimiento de la Iglesia católica que mantiene influencia en la actualidad.

El Imperio británico sucumbiría por el agotamiento de un sistema colonial en pleno siglo XIX y XX y sería desplazado por EEUU, Alemania y Japón. Estas últimas tres potencias liderarían el capitalismo mundial durante la segunda mitad del siglo XX. Y una nación que nunca se consolidó realmente como potencia económica si logró colocarse en una posición militar, política y científica privilegiada: la Unión Soviética, hoy Rusia.

Entonces las dinámicas de estos acontecimientos nos explican como en la actualidad EEUU cede terreno ante China, Rusia, India, entre otros. Todo deviene de procesos históricos, la sociedad cambia, nunca es estática, ni siquiera durante el Medioevo. Esta relación pasado – presente es clave para comprender la importancia de estudiar los procesos históricos. También el subdesarrollo de las naciones tiene un origen.


El análisis de los procesos históricos puede también contribuir a la búsqueda de consensos si existe voluntad política de realizar cambios. La memoria histórica es fundamental en una democracia naciente, no se puede olvidar el pasado, puesto que forma parte de la realidad presente. Estas son pues algunas de las razones que existen para tomar en cuenta el estudio de los hechos históricos.

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