domingo, 20 de marzo de 2011

El pensamiento único

El neoliberalismo, concepto utilizado comúnmente en los últimos años para designar toda una serie de acciones desreguladoras y de promoción del libre mercado. Sin embargo, va más allá de ser una fase del capitalismo, llamado por algunos "capitalismo salvaje". Tiene también una justificación teórica, pero considero que se pasa de ambiciosa. Esto porque señala la desaparición de las ideologías.

Ya varios autores atinadamente han hecho análisis críticos sobre el tema. Tratan los procesos de globalización neoliberal, pero me gustaría profundizar sólo en algunos aspectos centrales del pensamiento único derivado de esta globalización. En este sentido nos referimos a la homogeneización de ideas a escala planetaria. En este caso, el neoliberalismo ha tendido a expandirse como la única verdad posible, como la única vía para conseguir el desarrollo y la prosperidad.
Se ha popularizado en las universidades y medios de comunicación, sus apologistas plantean una serie de verdades incuestionables, como si fueran absolutas. La forma que utilizan para vendernos su propuesta, primero tiene relación con los grandes monopolios de medios de comunicación, imperios mediáticos como la CNN, con sus noticias y análisis al instante de los hechos más relevantes, todo resultado de una revolución en el mundo de las telecomunicaciones.

También los programas de opinión, es decir aquellos donde la población tiende a culturizarse a través de discusiones y debates. Sin embargo están saturados de contenido neoliberal. Es decir, en verdad nos llenan la cabeza de conceptos y supuestas verdades, que se justifican por la preparación académica de estas personas, por considerarse de una elite muy selecta, a la que solamente ellos pueden pertenecer. Y consiguen influir en los consumidores debido a la enorme difusión.
La prensa, que ha sido denominada como uno de los sectores más poderosos del planeta, debe ser analizado a profundidad. Debido a que tienen una influencia cada vez mayor en una etapa globalizadora no sólo de mercancías y marcas; sino también de discurso, de patrones culturales e ideológicos. Como bien lo menciona Pedro Brieguer que nos recuerda una década de los años 90 marcada por la invasión de productos culturales estadounidenses a nivel mundial, como la comida rápida, la CNN, el cine, la música e incluso las ideas.

Creo que es interesante la propuesta del autor, y más resaltar el papel de la CNN como una multinacional de las noticias con una fuerte influencia en la forma o idea que tengamos del mundo. Hay que profundizar en el papel de esta corporación, sobre todo su versión en español, pues influye mucho en la región latinoamericana. Hay que entender a esta corporación como un monopolio que permite externalizar una versión del mundo ajustada a intereses particulares.

Esto trae como consecuencia generar en el consumidor mediático una conciencia muy poco crítica, y más bien, una visión de la realidad dictada desde centros de poder particulares. Específicamente sobre este medio de comunicación expresaba Doris Martínez " las opiniones de los entrevistados son producto de la mediatización de los grupos de poder(las opiniones, ideologías y valores de las élites militares, políticas y periodísticas estadounidenses)".

Entonces podemos observar como esas opiniones e ideologías van encaminadas hacia el objetivo de controlar al consumidor mediático. A evitar la formación de una actitud crítica ante los acontecimientos que suceden en el mundo. Esto es parte de un objetivo muy claro, una homogeneización de pensamiento, de visión de la realidad, es decir globalizar no sólo las empresas, los productos de consumo comunes, también la forma de pensar.

Ha esto se le ha llamado pensamiento único. Y considero que es una amenaza para las culturas del mundo. ¿En qué sentido?, es muy simple, ya que impone valores culturales hegemónicos, esto choca con la visión del mundo, de la realidad, que tenemos cada uno de nosotros. Ajusta manuales de teorías económicas de manera global, impidiendo que los pueblos tengan derecho a cuestionar, ¿por qué no es posible cuestionar?, porque los medios son un monopolio.

Entonces el control de los medios en la era actual nos conduce a adoptar ideas ajenas, con un cuestionamiento muy limitado. Me refiero a limitado, no por la capacidad que tenemos para hacerlo, sino por los soportes informativos con que contamos, que al ser pocos, o en una sola dirección, afectan nuestra percepción de las cosas y a adoptar criterios como verdades incuestionables o absolutas.

Los imperios mediáticos tienen cada vez más influencia en nuestra forma de pensar. Aunque la prensa fue en su momento un contrapeso a los grupos de poder, hoy es un grupo más de ellos. Como bien lo señala Ramonet "a medida que se aceleraba la mundialización liberal, este "cuarto poder" fue vaciándose de sentido, perdiendo su función esencial de contrapoder". Es precisamente nuestra realidad actual, los medios son un tentáculo más del poder económico y político.

Es decir, ya no es una forma crítica de ver el mundo, sino mas bien pasa a ser parte de una granítica oligarquía, entendida no sólo como el apararo militar estadounidense, el senado o el presidente, sino fundamentalmente hablamos de los grupos económicos transnacionales, y entre ellos vamos a encontrar a quienes se dedican a proporcionar información sobre los acontecimientos que suceden diariamente en el mundo.

Otro señalamiento interesante del autor, " el verdadero poder es actualmente detentado por un conjunto de grupos económicos planetarios y de empresas globales cuyo peso en los negocios del mundo resulta a veces más importante que el de los gobiernos y los Estados". Además llega a denominarlos como "nuevos amos del mundo", los medios de comunicación son entoces parte de una ofensiva imperialista que cuenta con lacayos en los países subdesarrollados, donde reinan los monopolios informativos.

Es un ejemplo más de la concentración y centralización de los capitales a escala global. La hegemonía imperialista más agresiva es la estadounidense, que busca legitimación utilizando a los imperios mediáticos. En muchos países del mundo las oligarquías mediáticas ejercen un control muy poco criticado, que ya asumimos que las críticas a los grupos de poder deben efectuarse desde esos espacios. Pero como nos recuerda Ramonet, dejaron de ser un contrapoder, para integrarse a los grupos hegemónicos.

En el caso latinoamericano, que es donde existen oligarquías celosas de ver afectada su influencia, los medios de comunicación  son una forma útil de manipulación masiva. Anteriormente planteaba como los debates, o los supuestos espacios de discusión se convertían en meros voceros o publicistas de los intereses transnacionales, conformando una oligarquía, un sector concentrador de opinión e interpretación de la realidad.

Sin embargo, debemos entender esto como una arremetida del capital transnacional en una etapa globalizadora. Como una forma de globalizar el pensamiento. Ante esto los intelectuales se ven ante el desafío, se pueden dividir en dos grandes grupos: en primer lugar, están quienes apoyan esta iniciativa, y se ubican en algunas universidades, desafrotunadamente en su mayoría son protagonistas en los monopolios informativos.

Los intelectuales que apoyan el libre mercado en algunos de estos círculos decaen en su calidad. Muchos de ellos perfieren la justificación de la teoría, pero alejándose cada vez más de la realidad. Es decir, creen que los manuales de Von Mises y Miltos Friedman son verdades incuestionables. Estos son los encargados de convencer a todo el círculo intelectual, y a la población de que su forma de pensar es la única posible.

Los medios de comunicación en la era del conocimiento tienen un protagonismo nunca antes visto. Son capaces de influir quizás demasiado en la manera de pensar, de percibir la realidad e incluso dictan una postura que los consumidores mediáticos deben asumir. Ante esto como señala el mismo Ramonet, deben existir contrapropuestas, contrapoderes, y un ejemplo aunque sea muy incipiente, son los sucesos de América del Sur.

En la actualidad existe en Sudamérica un despertar de los movimientos sociales. Algunas figuras políticas han tomado realce. Lo más importante es que han respondido a las imposiciones de los capitales centrales. A diferencia de los teóricos del pensamiento único o sus apologistas que creen que la única salida es copiar las teorías de moda en Europa y Norteamérica. No, esta propuesta es bastante novedosa.

Me parece interesante porque se ha convertido en una nueva forma de ver la política, con un sentido fuerte de integración, pero no de la manera dependiente que los estadounidenses quieren. No, han promovido sus valores culturales, y numerosos intelectuales que estuvieron en el olvido durante la oleada neoliberal han recobrado su brillo. Independientemente de ser partidarios o no de la revolución bolivariana, lo que más resalto es esa nueva posibilidad para pensar distinto, el pensamiento único ha encontrado respuesta.

Ciertamente el artículo viene a ser un breve resumen de los aspectos más importantes del pensamiento único, coloqué algunas ideas relevantes de los intelectuales que han tratado el tema, porque me parece que era necesario para explicar los puntos centrales. Sin embargo fue solamente un análisis con elementos muy puntuales, ya que el pensamiento único, requiere mayor desarrollo de aspectos, la finalidad de este artículo era solo presentar el tema a grandes rasgos.





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